Scarlett tenía que pensar en algo antes de que Thomas llegara, pero no quería correr a Christopher, no después de entregarle aquel sobre y dejarla revisar los papeles de su escritorio. Pensó en decirle que tenía sueño, pero aún tenia notable energía. Después se le ocurrió inventar que su madre le llamaba, pero al ver que no era verdad volvería a seguir revisando sobres y carpetas.
-Christopher-dijo por fin Sacarlett.
-¿Mmhm?-respondió él dejando de lado el sobre que revisaba.
-¿No te ha dado sueño?-dijo Scarlett buscando una excusa para que se fuera.
-Ammmm, no ¿Por qué?
-No, por nada
-¿Quieres que me valla?
Claro que quería que se fuera, pero tanto Christopher como Scarlett lo que menos querían era ser groseros, y salir así nada más no hubiera sido de lo más lindo.
-No, solo era una pregunta-no tenia ni idea de por que lo había dicho, pero ya no había mucho por hacer, Christopher ya estaba revisando papeles otra vez y Thomas llegaría en cuanto obscureciera.
-Christopher-volvió a insistir.
-¿Si?-preguntó él dejando de lado el sobre otra vez.
Scarlett vaciló unos segundos para hacer tiempo y por fin se le ocurrió algo.
-Me siento mal.
-¿Te sientes mal?
-Si, me duele la, la cabeza-seguía inventando.
-¿Enserio? Déjame ver-decía Christopher preocupando a Scarlett por el tiempo. Puso la mano en la frente y las mejillas de Scarlett sin notar nada anormal.-No parece que tengas fiebre.
-Este... no, pero me duele la cabeza-siguió inventando Scarlett.
-Tal vez es el polvo-decía el muchacho devolviendole la mirada a los papeles en la cama de Scarlett.-Tu duerme hoy en mi habitación y yo dormiré aquí. A lo mejor así se te quita el dolor.
-¡No!-gritó Scarlett muy al pendiente de la hora.-Es decir, no. Se me pasará solo, tal vez solo necesito dormir.
-Tal vez,-reconoció Christopher-mejor me llevo todo esto antes de que te sientas peor.
-Si, mejor-seguía viendo el reloj prácticamente apurándolo a salir.
-Buenas noches-dijo Christopher saliendo con una caja llena de papeles, sobres y carpetas.
-Buenas noches-repitió Scarlett aliviada.
En cuanto él salió Scarlett respiró profundo e intentó calmarse un poco.
Thomas no tardó en aparecer deseándole un feliz cumpleaños. Scarlett agradeció y comenzaron probablemente una de sus pláticas más interesantes y llenas de intriga.-¿Como te fue hoy?-preguntó Thomas con el interés que mostraba siempre al hacerle esa pregunta a Scarlett.
-Fue un día extraño.-contestó ella.
-¿Se puede saber por que?
-Bien, creo que comenzó cuando desperté y no había nadie. Fui al huerto de mi madre a estar más sola aún un rato, pero Christopher apareció a desearme un feliz cumpleaños y a entregarme un sobre con una carta.
-¿De quien?
-De un notario, diciendo que no podía casar a mis papás por que mi papá y Clementine en realidad no se divorciaron.
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Mi ángel guardián.
Novela Juvenil¿Cómo sabes diferenciar un ángel de otra criatura? ¿Y si tu ángel estuviera junto a ti todo el tiempo, y tú estuvieras segura de ello? Portada: Hemmings_Zapata