Mi ángel guardián.

Capítulo 18

Por la mañana Scarlett se levantó, se vistió y bajó las escaleras siguiendo el aroma del desayuno que Bennet y Christopher preparaban. Olía bastante bien, pero no sabía que esperar con Bennet en la cocina. No cuando parecía que realmente no tenía muy claro lo que hacía.

Alcanzó a escuchar a Bennet renegando con Christopher, pero no podía oír exactamente que sucedía.

-¡No,no! En el cajón, no en el horno-Decía la mujer al pobre muchacho que a leguas se notaba estaba fatigado.
-Ya busqué ahí, no está.
-¿Ya? Bueno, entonces está en el tostador.-Christopher suspiró.
-¿Está segura?
-Si, si, busca-Bennet batía, freía,tostaba, calentaba y picaba, todo al mismo tiempo.
-No está-Él volteaba el tostador y lo veía por dentro.
-¿Cómo recórcholis no? ¿Ya revisaste bajo el fregadero?
-Buenos días, Scarlett-Christopher la miró unos segundos con su sonrisa habitual para luego continuara ayudando en la cocina.
-Buenos días-Scarlett le sonrió de vuelta y se acercó-. ¿Qué están buscando?
-Un frasco.
-¿Un frasco de qué?
-De miel, linda-se entrometió Bennet desde el fregador.
-¿No saben donde está?
-¿Qué si sé donde está?¡Pero claro que sé donde está! La dejé en la sala, junto a la lámpara.
-¿Y por qué me puso a buscarla desde hace una hora?-Christopher estaba evidentemente frustrado, pero hizo como si nada pasara y salió a buscar el frasco.

Scarlett se sentó a esperar el desayuno y a ver a Bennet revolotear por la cocina con Christopher detrás de ella ayudándola con las cosas que dejaba a medias.
-Y bien, linda-Comenzó Bennet.
-¿Y bien qué?- La niña dejó de lado el salero con el que jugaba.
-¿Cómo te fue a noche?-Scarlett intentó calmarse, tratando de descartar la posibilidad de que ya estuviera enterada de Thomas, a pesar de no haberlo visto.

-¿Anoche?
-Sí,anoche, ¿Descansaste?-Pudo sentir que el nudo en su garganta se desvanecía poco a poco hasta que las palabras pudieron salir otra vez.
-¡Ah! Sí, sí, dormí bien, gracias.
-Me da gusto,linda-Bennet terminó de indicar que todo estaba bien al seguir sirviendo los platos.
-¿Ya te dijo tu tío John, Scarlett?-Siguió Christopher con la plática.

-¿Decirme qué?-Apenas contestó tomó una porción de comida y la metió en su boca.

-Mi mamá está algo... nerviosa. Quiere que volvamos mañana por la noche.
-¿Cómo puede decirnos que nos vayamos si acabamos de llegar?-Por un segundo sintió la comida atorada en su garganta, al tiempo que miraba fijamente a Christopher buscando una respuesta.

-Tranquila,nada más te digo lo que tu tío me pidió que te dijera.
-Pero no quiero irme todavía, acabamos de conocer el lago ayer, no quiero dejarlo así nada más-Su voz crecía poco a poco sin darse cuenta y Christopher parecía más apenado a cada segundo.

-Oye,linda, ¿Por qué no te calmas un poco? Tu hermano sólo dice la verdad, él no tiene la culpa.

Scarlett finalmente se calmó y guardó silencio. Apenas podía creer que Clementine fuera capaz de quitarle la pequeña felicidad que le brindaba conocer algo tan significativo para su madre, y mucho menos tan pronto.

-¿Y bien, Scarlett? ¿Ya estás más tranquila?
-Si, creo que estoy bien ahora-Su tono de voz apagado indicaba claramente que no.
-¿Quieres que hable con mamá?

-No,está bien. Creo que aún puedo saber un poco más de mamá con su diario y las cosas del ático.

Christopher guardó silencio y quedó mirándola unos minutos; salió del comedor y fue a la sala. Desde la silla donde se encontraba Scarlett alcanzaba a ver a su hermano llamar a alguien por teléfono, y luego salió de su vista.
Scarlett se quedó unos segundos esperando y rápidamente se volvieron minutos. Cuando planeaba salir a ver qué hacía él, Christopher atravesó el marco de la puerta de la cocina y se sentó en su antiguo puesto. Miró un rato a Scarlett  desesperándola y finalmente le dijo a Bennet  que tendría que cargar con ellos unos días más.