Le había dicho a Freddie que no esperara a fuera que en cuanto tuviera mi mochila me dirigiría a su casa. Entré a mi habitación en busca de la odiosa mochila, resaba no cruzarme con Derek. Las cosas habían quedado muy mal esta mañana. Esa y una de las mil razones por las que no creo en dios. Derek estaba en el mismo sillón de siempre durmiendo. Esperen...¿Durmiendo? Pensé que las cosas como el no dormían. Alejé esos pensamientos de mi cabeza. Fui a agarrar mi mochila sigilosamente así no caería de nuevo en un interrogatorio por parte de el. Pero mis intentos de ser cautelosa fallaron. Abrió un ojo, me vio y sonrió.
- Ay Mia, Mia - Dijo chasqueando la lengua y moviendo la cabeza de un lado a otro - ¿Piensas que te ibas a escapar de mi? - La verdad no lo creía. Había estado mas de 4 meses con el sin saber aun que cosa era.
- Derek...- Dije con esperanzas.
- ¿Que sucede preciosa? - Esta era mi oportunidad.
- Contéstame una sola pregunta - Dije poniendo cara de perro mojado.
- No te cansas niña eh - ¿Eso era un si? - Solo una - Después de cuatro malditos meses se digna a responderme una puta pregunta. Cálmate Mia.
- Porqu..- ¡¿Se había ido?! - ¡MALDITO ESTÚPIDO! - Grité.
- ¿Pensaste que me había ido caramelito? - Di media vuelta topándome con esa sonrisa que tanto odiaba.
- Idiota - Murmuré enojada.
- ¿Y bien? ¿Cual es tu pregunta? - Tenía tantas preguntas en mente pero solo dijo que contestaría una... y yo moría por saber con que cosa convivía.
- ¿Q-que eres? - Dije con temblor en la voz.
- No quieres saberlo - Contestó.
- Por algo estoy preguntando - Respondí frunciendo el ceño.
- No es de mucha importancia - Intenta evadir el tema y estoy comenzando a irritarme. No creo que mi paciencia este preparada para soportar este tipo de espera.
- Derek - Dije molesta.
- Eres muy terca, ¿Lo sabías? - Dijo alzando las cejas.
- Si - Respondí orgullosa.
Me miró por unos segundos mientras se sentaba en la orilla de mi cama, suspiró y comenzó a hablar.
- Solo te voy a contar lo que necesitas saber. Ni mas ni menos - Me senté frente a el para mirarlo a los ojos - Yo no soy lo que tu crees - Dijo y bajo la mirada - Mi pasado no define quien soy yo ahora... pero si conocieras a mi antiguo yo, no querrías verme aquí nunca mas. Me propuse cambiar y lo logré. Fueron varios años perdido en la oscuridad, pero un día me encontré. Y ahí estabas tú. Llorando y retorciéndote como niña en tu cama. Gritabas cosas sin sentido alguno. Así que me adentre en tus sueños a ver que estaba causando todo ese dolor. El mismo dolor que me habían provocado a mi. Cada persona que moría en tus sueños moría en la vida real ¿No es así? - Preguntó.
- S-si - Dije recordando la dolorosa muerte de mi padre.
- Es la oscuridad. Ella quiere jugar contigo, y algún día va a ganar si se lo permites. Eres especial Mia. Tu primer pesadilla fue la de tu padre, ¿No es así? - Asentí - La silueta que habías divisado en aquel espejo no era yo - No podía creer todo lo que estaba escuchando.
- P-pero si me d-di vuelta y estabas tú - Me miró a los ojos.
- Ya te dije. Te estaba protegiendo de la oscuridad - Pensé que con una pregunta iba a sacar algunas de mi mente, pero fue todo lo contrario. Millones de preguntas no tardaron en aparecer . ¿Era un especie de ángel guardián? ¿Que quiere la oscuridad de mi? ¿Porque soy especial? Luche conmigo misma para no sacarlas a la luz.
- Yo...- Continuo diciendo - No soy tu ángel guardián - Dijo fijando su mirada al suelo.
-¿Eres un fantasma? - Pregunté con cautela.
-Si, pero no cualquier tipo de fantasma. Puedo elegir por que ser humano ser visto y cuando. También me puedes ver en el cuerpo que ocupaba cuando era humano...- Hizo una pausa pasando sus manos por su cabello rubio ceniza haciendo que se alborotaba más de lo que ya estaba - Mia, la oscuridad me venció y no quiero que lo haga contigo - Podía ver el dolor en sus ojos.
Un silencio apareció después de que termino.
- No se que decir - Era la verdad. Quede anonadada con todo lo que me había dicho. Mi mente todavía no lo procesaba. Había dicho que era especial, ¿Pero de que manera?
- Entiende que por tu seguridad no puedes saber mas nada - Asentí. No se si realmente quería saber mas cosas de las que ya sabia.
- Mia, siempre estaré contigo - Dicho esto se fue.
Fui corriendo al baño. Me deslice por la fría pared hasta caer al suelo, ya nada podía parar las lágrimas, cada vez esto se hacia mas doloroso.
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Como me dan tanto apoyo decidí subir un capitulo mas hoy. Es súper corto pero bueno... Espero que lo disfruten. Déjenme saber si les esta gustando la novela con un voto y comentario. Si quieren que les dedique un capitulo, no duden en pedirlo! Hasta mañana, gracias por leer! :)
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¿Jugamos? (PAUSADA)
De Todo¿Quieres entrar y jugar un juego? Pero no un juego cualquiera, uno bastante peligroso.