*Tres semanas después*
- Quiero hablar sobre una persona memorable, noble, sencilla y a la vez maravillosa, cuya partida ha dejado un gran dolor y vacío en el corazón de todos aquellos que lo tratamos de alguna forma, ya que siempre dejó en todos nosotros una huella del amor y disposición para ayudar y consolar a quien lo necesitaba, aún a pesar de sus propias penas.
Miré a mi alrededor, todos vestidos de negro. Los padres de Cristophe vinieron desde Francia para despedir a su amado hijo. Entre toda la gente divise a Lauren, su rímel estaba corrido, causando dos grandes manchas negras debajo de sus ojos. Su alma estaba desgarrada, podía notarlo. Al lado estaba Logan con la mirada perdida. Cristophe había muerto, por mi culpa.
* Dos semanas antes*
- Vamos Mia, no seas aguafiestas - Dijo Lauren decepcionada.
- Bah, la última vez que fui a una fiesta ya sabes lo que me paso - Dije moviendo mi cabeza para ahuyentar el recuerdo.
- Conmigo a tu lado, nada te va a pasar - Lauren sonrió tiernamente.
- Tiene razón - Salto Cristophe - No dejaras de ir a fiestas por lo que te sucedió.
Y la tenía. Habían pasado ya dos meses del inesperado accidente, tenía que dejar el pasado donde pertenecía.
- Esta bien. Iré - Los dos chocaron sus manos.
La jornada había terminado y ahora estábamos bebiendo unos deliciosos cafés en Starbucks.
- Igual no tengo nada que ponerme - Protesté pensando que cambiarían de opinión.
- Yo tengo un armario si no sabes. Lleno de ropa sensual - Dijo Lauren guiñándome un ojo.
- ¿Tu ropa? Sin ese enorme trasero y tus voluptuosas tetas no voy a llenar nada - Dije mirando sus tetas, Cristophe rió.
- ¡Ni que fueras plana, yegua! - Se defendió.
- ¿Que tienes en mente? - Sonrió victoriosamente.
- ¡Ni de coña! - La miré confundida - Tu vas a venir a mi hermoso hogar y vas a probarte todo lo que te dé, sin peros.
- Mi novia es toda una mandona - Dijo Cristophe pellizcándole la mejilla a Lauren.
- Ahora. A mi casa - Dijo Lauren obviando las palabras de Cristophe.
- ¡Si señor! - Dije imitando a un soldado.
Cristophe y yo reímos.
- No sé que haría sin ustedes - Dijo Lauren abrazándonos.
- Tu novia es bipolar - Dije riendo.
- Y así la amo - Cristophe se acerco a ella y la beso. Este beso era lo más asqueroso del mundo, se escuchaban extraños ruidos de sus bocas chocando, que asco.
¡Wow, esperen la esta succionando!
- ¡Ew!- Exclamé - ¡Que asco! Vayan a un telo - Rieron.
- ¿Vamos, Mia? - Asentí.
- A las ocho las paso a buscar - Dijo besando la mejilla de Lauren.
- Adiós - Dijimos al unísono y nos fuimos.
Al salir un aire caliente me fatigo.
- ¡Que calor la puta madre! - Adentro estábamos con el aire acondicionado, no pensé que hiciera tanto calor al salir.
- ¡Me derrito! - Lauren me miró con complicidad - Corre - Fuimos corriendo a su coche y entramos. Al ser los asientos de cuero y el coche aparcado en pleno sol, mi trasero estaba prácticamente en llamas.
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¿Jugamos? (PAUSADA)
Rastgele¿Quieres entrar y jugar un juego? Pero no un juego cualquiera, uno bastante peligroso.