Youngblood | L. Hemmings ✦VOL.I✦

Purple Dress

Ya era de noche, las tiendas estaban puestas, la fogata estaba lista y habíamos cenado hamburguesas.

La estábamos pasando bien a pesar de mi humor bipolar, intentaba esquivar a Nate y cada vez que abría la boca para decir algo estúpido yo lo interrumpía preguntando otra cosa.

Luke sacó su guitarra y tocó algo de música para relajarnos. 

La música era uno de sus talentos ocultos,  lo apasionaba demasiado y siempre lo animaba a que hiciera una carrera como cantante, su voz era hermosa.

Decidimos irnos a dormir temprano para despertar mañana con más energías para ir a nadar, pero yo no tenía ni una pizca de sueño, había tenido tantas emociones en un día que apenas cerraba los ojos comenzaba a divagar.

Me rendí ante la imposibilidad de dormir y tomé mi manta, la botella de vino y un pequeño porro de marihuana que había armado en la mañana. 

Salí de mi tienda intentando hacer el menor ruido posible y caminé hacia una roca que estaba en la orilla del río que pasaba cerca de donde estábamos.

Saqué mi navaja descorchando el vino y le di un gran sorbo hasta que sentí mi garganta quemarse un poco.

No era una alcohólica, pero en ese momento necesitaba algo que me tranquilizara, llevaba semanas sufriendo de insomnio y de ataques de ansiedad producto de la vida que me había tocado vivir, parte de eso se lo atribuía a Nate. 

Dejé la botella a un lado y pasé la manta por sobre mis hombros para no congelarme, saqué mi encendedor y encendí el porro de marihuana que sostuve con mis dedos.

La imagen de Luke me vino a la cabeza, todas esas cosas que nos dijimos en la camioneta no eran dichas al azar o porque si, las dijimos desde el fondo de nuestro corazón y había algo detrás de todo eso que me tenía inquieta.

–¿Te puedo acompañar?.–su voz hizo que me sobresaltara y pegué un saltito involuntario.

–Mierda Luke casi haces que me dé un infarto.–toqué mi pecho para sentir mi corazón y le hice espacio a mi lado.

–Lo siento.–dijo entre risas mientras tomaba asiento y le pasé el porro que tenía en mis dedos.

Apenas podía verlo en la oscuridad, la única luz que teníamos era la de la fogata que estaba un poco alejada de donde estábamos y la luna que esa noche se veía hermosa y brillante.

Nos quedamos en silencio por un largo rato sin ser incomodo, amaba los silencios junto a él, intercambiábamos el porro de vez en cuando hasta que se terminó y fue entonces cuando lo escuché hablar de nuevo.

–No sé cómo decirle a Nina que no quiero irme con ella a Nueva York.

–Pensé que habías decidido irte con ella definitivamente.–negó lentamente mientras miraba un punto fijo del cielo.

–La quiero pero...no sé si quiero lo mismo que ella, es como si tuviera ya todo preparado para nuestro futuro.

–Pero eso está muy bien Luke, al menos tienes un propósito con ella ¿sabes?, yo no sé qué mierda hacer con mi vida. –bebí un sorbo de la botella y se la pasé a él.

–Tienes muchas ofertas de universidades, ¿de qué me estás hablando?.

–Sabes que no podría dejar a mi mamá sola, ella aún sigue delicada y sin mi padre cerca...–suspiré mirando mis pies.– Eliott se va a mudar con Jenna para navidad...mi única opción es conseguir un empleo en hootters y cuidar de mi mamá.–bufé frustrada.

–Olive, no puedes simplemente rendirte así, tu mamá debe entender...no es justo que tengas que abandonar todo de esa manera.

–¿Y tú que harás después de que te gradúes?.–quise saber cambiando un poco el tema.