Bruises

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Luke no quiso hablarme en todo el camino, ni si siquiera me miraba, igual no me importaba su indiferencia, esto no se trataba de él; Nate estaba demasiado dañado, no es que quisiera justificar sus acciones pero, su vida era muy difícil y su manera de lidiar con el dolor era convirtiéndose en esa especie de chico rudo, yo sabía perfectamente que en el fondo había alguien bueno, muy en el fondo.

Pero yo no podía esperarlo, porque en el proceso yo también me estaba consumiendo, no es sano para nadie, mi vida también estaba llena de problemas y no puedes cargar con el peso de las otras personas sin antes resolver los tuyos.

Jack estacionó frente al restaurant donde comenzó la pelea y Luke se bajó del auto rápidamente, no estaba segura si quería que lo acompañara, pero para mi sorpresa se acercó a mi puerta y la abrió para que me bajara. Me despedí de Jack con un abrazo y bajé de su auto para seguir a Luke hasta su camioneta, le quitó el seguro y me abrió la puerta de nuevo para que me subiera, me dio un poco de risa porque aunque se veía molesto no dejaba de ser él mismo.

–¿Vas a estar callado toda la noche?.–pregunté apoyando mi cabeza del asiento para mirarlo.

–Ponte el cinturón.–me indicó sin mirarme y encendió el motor sacando la camioneta del estacionamiento, bufé en protesta y tomé el estúpido cinturón para ponérmelo.

–¿Se puede saber por qué estás tan cortante?.

–Eso ha sido lo más estúpido que te he visto hacer.–enarqué una de mis cejas sin comprender a que carajos se refería.–Nathan te trata como si fueras un costal de maíz, te acosa, te dice zorra y al final crees que es buena idea quedarte hablando con él.–rió sin gracia mientras mantenía su vista fija en el camino.

–Disculpa por lo que te diré Luke, pero eso no es asunto tuyo.–aparto la mirada del camino para encontrarse con la mía.

–Me acabo de pelear con ese idiota de mierda, para defenderte ¿y ahora me dices que no es asunto mío?.

–¿Disculpa?.–reí con ironía y alcé más mi ceja.– Yo no te dije que te arrojaras sobre él como un maldito cavernícola, te dije un millón de veces que no cayeras en sus provocaciones, que no quería que lo golpearas...pero es lo primero que haces.

–No iba a permitir que te insultara así.–dijo tensando su mandíbula.

–Estamos en el dos mil diecinueve, no en mil setecientos quince, por dios.–reproché frunciendo el ceño.– Se supone que tú eras el civilizado, el coherente, pero te comportaste igual a él.

–Te dejas manipular demasiado fácil por él.–negó sin mirarme.

–Él tiene demasiados problemas Luke, no tienes ni idea de lo asquerosamente horrible que es su vida, no puedes entenderlo porque tus únicas preocupaciones en la vida es pasar todos tus exámenes de la universidad con buenas notas y que tu ex novia loca no termine de matarse.

–No puedo creerlo.–musitó mientras negaba.–¿Piensas que soy así de banal?

–Te estás desviando del tema.– bufé.

–Es la segunda vez que te escucho decirme algo como eso y me duele que pienses que mis problemas son así de básicos, no preocuparme por el dinero y estudiar lo que amo no quiere decir que no tenga problemas, Olive, y aunque no los tuviera eso no te da derecho de reprocharme.

Lo había herido, lo noté en sus ojos vidriosos, se negaba a mirarme pero sabía que estaba herido y estaba demasiado arrepentida porque él tenía razón, me estaba comportando como una idiota con él cuando todo este tiempo él sólo quería sacarme de ese hueco en donde estaba hundida.

Youngblood | L. Hemmings ✦VOL.I✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora