Raindrops

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Resignada ante la derrota, decidí disfrutar de su calefacción, al menos adentro se sentía cálido y agradable. Bufé mirando mi teléfono mojado y lo dejé a un lado en el asiento del lado donde salía calor para intentar secarlo un poco.

–Mierda, no puedo ver nada.–comentó y miré el parabrisas, apenas y se podía ver y con la calefacción el vidrio se empañaba.

–Intenta encendiendo el aire acondicionado también para re calibrar la temperatura y se desempañe el vidrio.–me miró por el reflejo del retrovisor y sonrió.

–Me encanta cuando dices cosas nerds que sólo yo entiendo.–me sonrojé y aparte la mirada de él.–Pero si enciendo ambos no creo que la batería soporte hasta llegar a casa, nos podemos quedar a medio camino.

–Tienes razón.–estuve de acuerdo y apoyé mi brazo del asiento del copiloto mientras miraba a través del parabrisas, Luke se estaba guiando solo por el gps porque no podía ver nada por el vidrio y eso era demasiado inseguro.–Vamos a parar Luke, esperemos en algún lugar hasta que pase la lluvia.

–¿Segura?.–asentí mirándolo.–busquemos donde parar entonces.

Esta vía era un tanto peligrosa y sin tener visión de nada, no quería exponernos a peligros que podían evitarse. Luke manejó unos kilómetros más hasta que vio en el gps un motel, me preguntó si estaba de acuerdo y asentí aunque no muy convencida, estaba como a dos kilómetros y sólo acepté porque no quería que siguiera conduciendo más.

Aparcó dentro del estacionamiento techado y me miró.–Ya vengo, ¿te pido una habitación aparte?.–negué mirándolo a los ojos y asintió ocultando una sonrisa.

No, de ninguna manera vamos a tener sexo, sólo vamos a pasar le diluvio y cuando termine de llover volveríamos sin problemas, eso era todo lo que iba a pasar, ni si quiera pretendía mantener contacto visual con él.

Me repetí a mi misma una y otra vez que debía controlarme, que no dejara que mis hormonas, que se volvían locas con tan sólo verlo, debía ser fuerte.

Luke volvió al poco tiempo y abrió la puerta para dejarme bajar, caminé detrás de él sin decir nada y lo seguí hasta la habitación, abrió la puerta y me dejó pasar primero, buscó el interruptor y ambos pusimos la misma cara de alivio al ver las condiciones del lugar, al menos olía a limpio.

–Por un momento me imaginé algo mucho peor.–comentó entre risa y comenzó a revisar todo, como siempre lo hacía.–Despejado.–subió sus cejas y me miró.

–¿Exactamente qué es lo que buscas cuando entras a una habitación de hotel?.

–Que no haya gente extraña escondida esperando para asesinarnos, ¿a caso no ves películas?.–reí fuertemente y lo miré un rato, era demasiado quisquilloso.

–Eres muy mañoso.–negué sacándome el suéter y lo dejé colgado sobre la única silla que había en la habitación.–Mi teléfono se ahogó, lo dejé en tu camioneta para que la calefacción logre secarlo pero no sé si vaya a salir de esta.–suspiré sacándome las botas y miré mis calcetines empapados.–¿Puedes llamar a mi hermano para avisarle?

–Tranquila, yo lo llamo, ve a darte una ducha para que no te enfermes.–asentí y entré al baño encerrándome en el.

–Respira Liv, sólo es Luke, estuviste por años a solas con él y nada pasó, sólo recuerda esa época y estarás bien. –suspiré cerrando los ojos y me quité la camiseta empapada colgándola sobre la barra de metal que sostenía la cortina del baño, lo mismo hice con el resto de mi ropa y entré a la ducha.

Para mi desgracia no había agua caliente, así que tuve que bañarme con agua helada creyendo que iba a morir de hipotermia, no me quedé mucho, sólo quería quitarme un poco el agua de lluvia y cerré la llave para envolverme rápido en la toalla.

Youngblood | L. Hemmings ✦VOL.I✦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora