Youngblood | L. Hemmings ✦VOL.I✦

Back Home

Desperté con un terrible dolor de cabeza y unas ganas incontrolables de vomitar, anoche nos habíamos descontrolado un poco, bebimos dos botellas enteras de chardonnay y una de ron, eso era demasiado alcohol para dos personas.

Terminamos metidos en el mar, completamente desnudos para luego tener sexo dentro de su jeep. Apenas recuerdo cómo llegamos al hotel, sólo sé que en cuanto toque la almohada perdí el conocimiento.

Me divertí como nunca, esto si eran unas vacaciones de primavera, esto era lo que quería cuando decidí hacer este viaje, esto era lo que se suponía que pasara y estaba demasiado contenta.

Entré al baño para liberar mi vejiga y mientras estaba sentada en el inodoro pude ver mi cara en el espejo, parecía la bruja de blair, reí al ver todo el maquillaje corrido y luego de levantarme del asiento me lave la cara con abundante agua y me pasé una toallita desmaquillante.

Busqué en las cosas de Luke las pastillas para el dolor de cabeza y me tomé dos seguido de una bebida efervescente que había en el pequeño refrigerador. Miré a Luke y me dio un poco de risa la posición en que estaba dormido, en medio de la cama, boca abajo y las nalgas al aire, en otra ocasión le hubiese dado una nalgada.

Pero mis pensamientos malvados se disiparon cuando unos golpes en la puerta llamaron por completo mi atención, bebí un largo sorbo de la bebida y tomé una camiseta de Luke que estaba sobre uno de los sofás para ponérmela rápido y caminar hacia la puerta.

–¿Quien?.–pregunté extrañada.

–Liv, ¡soy yo!.–dijo Alex del otro lado de la puerta.–Quedamos en que hoy nos íbamos a reunir con el señor ese, te estuve llamando toda la mañana y no atendías.

–Mierda.–fue lo único que se me ocurrió decir y negué para mi misma, hoy era la reunión con Jim y yo estaba muriendo de la resaca.–Dame un momento Alex, ya te abro.–corrí recogiendo un poco la habitación y cubrí a Luke hasta el cuello, este ni se movió, me puse ropa interior y volví a la puerta abriéndola.–Hola.–sonreí abrazándola.

–¿Estaban follando?.–preguntó arrugando la frente.

–Luke está medio muerto y yo acabo de despertar, tengo una resaca horrible.–hice una mueca masajeando mis sienes y Alex se echó a reír.

–Estuvo buena la fiesta anoche, por lo que veo.–tomó asiento en el sofá y escaneó la habitación.–Luke tiene dinero, ¿cierto?.–asentí buscándole una lata de refresco y me senté a su lado entregándosela.

–Algo así, su papá es uno de los mejores doctores del país y su mamá tiene su propia empresa de bienes raíces, digamos que por dinero no se queja.

–Wow, lo tiene todo Liv, no entiendo como no lo atrapaste antes.–negó mientras bebía de su refresco.

–Me siento horrible.–me quejé sintiendo las punzadas en mi cabeza y me acosté apoyando mi cabeza en su regazo.–No debí beber tanto...–Alex rió pasando los dedos por mi cabello pero estos se quedaron enredados en el jalándolos sin querer.–¡Auch!. –me quejé sujetando mis sienes.

–Lo siento, tienes el pelo todo enmarañado y pegajoso.–la miré hacer una mueca de asco y reí fuertemente.

–No es lo que crees es que anoche nos metimos desnudos a la playa y tenía demasiado fijador para el cabello.–me incorporé de nuevo levantándome del sofá.–Me voy a duchar y bajamos a comer algo, necesito café.

–Te espero.–sonrió guiñándome el ojo y entré al baño para darme una ducha larga y tibia.

Ese baño me relajó bastante y el dolor de cabeza se me pasó un poco, pero aun me sentía con resaca. Me dejé el cabello suelto y lo sequé con el secador sólo un poco para que no destilara tanta agua, me vestí con unos jeans claros, una camiseta simple blanca, mis vans y la chaqueta de Luke que ya estaba comenzando a ser parte de mi guarda ropa.