WRECKING BALL

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Me veo a mi; casi 3 años atrás.

En la secundaria, primero de secundaria para ser exactos. Aun no me explico como es que llegue en aquella escuela.

Me muero por ver a Fabricio, no se donde se encuentra desde que salí al descanso estoy buscándolo tan sólo para verlo de lejos, porque ni siquiera pienso acercarme a él. No lo encuentro por ningún lado. El timbre me impide seguir buscándolo, aun sin resultados, pero al menos me esfuerzo para encontrarlo y verlo. Como tengo que subir hasta el ultimo piso me dirijo hasta las escaleras. Al mirar por un costado lo veo sentado con su novia. Me perdí. Mi mente dejó de procesar información y se quedo completamente en shock. Obviamente yo ya sabia que él tenia novia, creo que era demasiado lógico. No me di cuenta si la estaba abrazando o si la estaba besando, lo único que recuerdo es que me quede paralizada mientras que sentía fuego recorriendo mi piel, con la vista clavada en esa escena tan deprimente y destructora para mi pobre salud mental, parecía que habían pasado minutos aunque sólo eran unos cuantos segundos. Mis ojos empiezan a arderme y cálidas lágrimas mojan mis mejillas, la respiración se me corta y mi pecho empieza a subir y bajar violentamente tratando de encontrar aire en aquel momento que tanto necesito sobrevivir.

Salgo de aquel trance cuando alguien me tome el brazo, olvide que estaba con Mariana. Me safo de su mano, no se si yo estaba demasiado delicada y por eso sentí que me estaba perforando con sus uñas o si de verdad lo estaba haciendo. Corro, camino, gateo hacia las escaleras que en mas de una ocasión se me hicieron completamente eternas. Ahora que lo pienso me pregunto cómo demonios llegue a mi salón y no me lanze desde el tercer piso. Trato de incorporarme en mitad de los escalones mientras que los demás malditos me empujan y algunos hasta logran pisarme, siento un delirante nudo en la garganta que me quemaba todo el cuerpo, era como una cuenta regresiva de en qué momento explotara mi corazón?, las manos me sudaban y las piernas parecían quedarme trasparentes, eso era por mi vista que se estaba distorsionando. Estaba sufriendo y mucho. Eso señores SI ERA SUFRIMIENTO y quien no lo haya sentido temo decirle que no ha vivido absolutamente nada. Eso es amar con todo y tortura, amar con espasmos y con latigazos en la espalda, era amar con las entrañas para afuera.

Fue un milagro que mis lágrimas hayan sido las únicas en caer y no haya sido yo. Sentía una fuerza aun más poderosa que yo que me tentaba en arrojarme por aquellas escaleras con las que intentaba escapar de Fabricio y del espejismo de su novia. Algo me estaba orillando a la más esperada muerte: MI PROPIA MENTE.

Sólo quería piedad para mi y para todo lo que me esperaba. PIEDAD!!! tan solo era una nena de doce años que creyó encontrar el verdadero amor en alguien erróneo, una perturbadora niña de doce años que sólo juega a su primer amor.

Trato de reconstruir la escena: creo que llegue a mi salón con la cara hinchada al igual que los dedos (solía arrancarme las uñas en momentos de desesperación), tiré todas mis cosas al piso y sin importarme a quien demonios le caiga mis lápicez filosos o mis libretas, recuerdo que saque un sacapuntas nuevo, lo desarme completamente y tomando el filo entre mis dedos ensangrentados (ya no tenia uñas!!!) me corte los brazos sin pensar en nada más, sólo en aquel dolor que mi amado Fabricio me hacia sentir, cada corte representaba sus humillaciones, la manera en como me ignoraba y en que le valía madres lo que me pasaba. Sangre, mucha sangre manchando mi falda rosa. Nadie podía detenerme, ni Chio, ni Mario (jaja como si quisiera hacerlo), nadie. Estaba sola en esa desesperación tan despiadada y cruel que Fabricio/o yo me hacia sentir.

Llegó el momento en que me agote de poner tanta fuerza en mis cortadas así que apoye mi frente en la paleta de mi silla y deje que la sangre siguiera fluyendo sin nada que la parara. En eso Mariana me vuelve a tomar de sorpresa, se sienta a mi lado y me comunica que Fabricio noto mis lágrimas que salían como una manguera con demasiada presión. Según ella (en verdad, SUPONGAMOS que fue cierto lo que me dijo) Fabricio pregunto por mi sentimentalismo y según Mariana (quiero que se entienda el SEGÚN con todo el énfasis posible) dijo estar preocupado.

Si no esta mal mi memoria ese mismo día, al ir a tomar mi autobús me tope con Fabricio, mi intensión era ignorarlo pero me toco el hombro que no pude cumplir mi palabra. Ni siquiera pude mirarlo a los ojos porque mi tristeza era evidente para todo el que me mirara fijamente (sin mencionar mis ojos hinchados).

-Nena estas bien?-

Su voz y su mirada me transmitían dulzura y conmoción. Dedicaba tanto decirle como me sentía en realidad pero no pude, las palabras no fluían no se dejaban entender.

Me fui. Al igual que él. Fabricio se fue y me dejo preguntándome: a mi me fue a ver? O solo me encontró y vio mi cara de melancólica suicida?

Aquello nunca lo supe.

El bello Arcángel de la Oscuridad extendió sus alas negras y voló lejos de la suicida accidental.

APOCALIPSIS Libro #2: "TODO EN BOCA DE LUNA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora