Parad los dos ya - habla seria mi madre - pero vosotros os creéis que esto es normal, y además sois conscientes de quienes son sus padres, no os van a dejar acercaros a ella.
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Narra Sergio Jr:
- Me alegra verte de nuevo por aquí- habla Curro sonriendo - ahora entiendo porque Adriana estaba tan contenta - añade antes de salir corriendo, me hubiera gustado que hubiera sido otra la que estuviera aquí viéndome y estuviera contenta por verme de nuevo en el campo.
- Enhorabuena pequeño - me felicita Adri antes de abrazarme efusivamente - lo has hecho genial, aunque todavía no sé de que me extraño llevas los genes de tu padre en la sangre, ahora más que nunca se nota - añade y yo me encojo de hombros quitándome los guantes - ¿Ser te pasa algo? te noto muy distante - pregunta acariciando mi mejilla dulcemente.
- He perdido a la mujer de mi vida y a mi bebé, tampoco tengo ánimos de dar una fiesta ¿sabes? - respondo apartandome y comenzando a caminar hacia vestuarios.
- Ya te pedí perdón por el beso Sergio fue un impulso no sé que me pasó - me contesta rápidamente ella intentando pararme cogiendome del brazo pero yo me aparto - me ha quedado claro que necesitas pensar, recuerda que sigues teniendo mi apollo para todo lo que necesites - susurra bajando la mirada antes de irse.
- Sergio me han dado esto para ti - informa Caparros con una cajita en la mano y yo lo miro extrañado - ni me preguntes porque me han hecho prometer que no diría nada - añade apresuradamente y yo cojo la cajita suspirando.
- Gracias de todas formas, pero no creo que nada me pueda animar - susurro bajando la mirada y sintiendo como una lágrima rebelde resbalaba por mi mejilla derecha.
- Ánimo hijo, si has conseguido volver a los terrenos de juego después del susto que nos distes puedes con esto, además llevas al equipo en la sangre ¿y cuál es la frase?
- Dicen que nunca se rinde - susurro y él asiente con su cabeza - tengo que irme a la ducha, gracias por todo - comienzo a caminar con la cajita en la mano sin dejar de mirarla ¿y si es de ella?, Caparros la conoce, a lo mejor ha sido ella la que le ha pedido que no me diga nada, llego a vestuarios y abro la caja apresuradamente, encontrándome con el anillo de juguete que le compre cuando a penas eramos unos críos junto con una carta - Uno, dos y tres son los pasos antes de caer, cuatro, cinco y seis, si piensas me veréis, siete, ocho y nueve ya no puedo esperar para verte - susurro leyendo la carta una y otra vez, recuerdo que los dos no lo aprendimos, recuerdo que siempre la repetiamos en el mismo sitio.
Narra Mia:
- Espero que pueda recordar pronto este lugar - sonrio levemente - tu padre es imbecil bebé- acaricio mi vientre- pero más imbecil es tu madre que ha pensado que podía ser feliz sin él.
- ¿Qué haces de nuevo aquí? - escucho la voz de Adriana y rápidamente me giro - ahora entiendo porque Sergio meha rechazado, por qué mierda has tenido que volver, estábamos muy bien si saber de la puta niña pija - se acerca a mi y yo retrocedo con cada paso que ella da.
