c a p i t u l o. 8

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Esto es como un camino que te lleva a tu propia muerte

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Esto es como un camino que te lleva a tu propia muerte.

En todo caso hay riesgos y siempre decido tomarlos. Aquí no solo pierdo mí libertad, mí familia, si no que también mí vida.

Todos son por igual.

Aveces el que no arriesga. No gana.

Dejó encima de la mesa mí maletín y me siento en una de las sillas.

El joven se mostraba serio y sin ganas de hablar, tal vez creía que después de lo que dijo, me iba a ir. Pero se equivocó. Yo no soy así.

—Lamento mucho lo que le sucedió a tu padre —dije sinceramente —pero yo no me iré asta sacarlos a todos de este pueblo.

Él no dijo nada. Permaneció en silencio viendo por la pequeña ventana.

—Solo necesito que me des la información que obtuvo tú padre.

Él después de unos minutos, hablo.

—Le daré esa estúpida investigación —se voltea a mirarme —pero no quiero que regrese aquí.

Asentí y el niño hizo lo mismo, salió de la cocina, oí que se alejaba por el estrecho pasillo y luego como una puerta se cerraba.

Espere mientras observaba lo limpio y ordenado que estaba todo.

Por un momento creí que todo sería un desorden. Conociendo a los reporteros.

Pero todo estaba en su lugar.

Las fotos estaban en blanco y negro, me levanté de mí asiento para contemplar una en especial, parecía ser una foto familiar.

Rápidamente reconocí al bebé que sostenía en sus brazos la mujer, el hombre a su lado, apenas sonreía, al igual que su esposa, parecía que el único feliz era el pequeño. Algo me decía que el muchacho no había crecido con mucho amor de parte de sus padres.

Unas pisadas me hicieron volver a la realidad. Volteó y miro al chico que traía en manos una carpeta.

—Esto es toda la investigación de mí padre —dijo secamente y me la dio de golpe.

Tuve que agarrar rápido la carpeta antes que se cayera.

—Gracias.

—Si eso es todo —dijo serio —puede irse.

Aunque no me agradaba mucho su tono. Comprendí más porque era así.

—Una cosa más.

Él entornados los ojos y hace una mueca de fastidio y posa sus ojos en mí.

—¿Qué?.

—¿Tienes la marca?.

Por un breve momento su máscara se cayó, su rostro mostraba sorpresa y miedo, pero rápidamente volvió a ponerse serio.

Los Crímenes De Matthews© Terminada✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora