c a p i t u l o. 22

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Ni luz, ni sol, ni ruidos, solo oscuridad

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Ni luz, ni sol, ni ruidos, solo oscuridad. Absoluta oscuridad.

¿Estoy muerto?, ¿ésto es el cielo o mí infierno?.

Imágenes fugaces comenzaron aparecer, estaba corriendo sosteniendo a Zoé, lasgrimas caín de sus ojos, el llanto de esa niña me rompía, el rostro de Matthews riéndose burlescamente remplazo esa tristeza en mí por furia. El disparo, sangre y dolor, y como frente mío la niña que prometí salvar se clavaba un cuchillo en el corazón. La sangre brota y el fuego comienza a arder, los demonios llevándose al hombre que provoca tanto dolor y sufrimiento, y una última imagen vino a mí, estando apoyado llorando por esa dulce niña, sosteniendo a mi hija, y ver sus ojos celestes.

Ya todo había terminado, el mal ya no aterrorizaría al pueblo, muchos perdimos pero siempre cuando algo se va viene algo nuevo.

Aunque me entristece el no ver crecer a mi hija, ver sus primeros pasos, sus primeras palabras, jugar con ella, y ver como conoce el mundo. Me hubiera gustado pasar más tiempo con ella, aunque aquellos breves momentos fueron cortos, ella no me olvidará y a su lado siempre voy a estar.

—Y lo estarás.

—¿Tú otra vez? —la oscuridad no me dejaba ver nada.

—Aun hay gente con la que debes despedirte.

Sus palabras me confundían aún más. ¿No estaba muerdo ya?.

—Despierta — la voz de aquella mujer parecía alejarse — despierta y ve ál cementerio.

Todo comenzó a hundirse, un fuerza misteriosa me empujaba, quería gritar pero no encontraba mi voz. Y como si hubiera caído de un edificio, el dolor no me dejaba respirar. ¿Respirar?.

Abro los ojos y lo primero en salir de mi boca fue un gemido de dolor y agarrando con fuerza lo que parecían ser telas..

¿Estaba vivo?, ¿cómo?, no podría aver sobrevivido a tanta falta de sangre.

Podía escuchar la melodía de unos pájaro cantar, el ruido de vehículos pasar, y la luz que entraba por una ventana iluminaba la habitación en la que estaba. 

¿Dónde estaba?.

Con una fuerza qué no sé de dónde la saqué, logré sentarme en la cama que estaba acostado, debió la mirada a mi hombro, mi torso estaba al descubierto y solo traía puesto al parecen un pantalón, pase suavemente los dedos por encima de la venda que cubría mi hombro derecho, justo en donde había reducido el disparo, hago una mueca al sentir que no estaba del todo curado.

¿Cuánto tiempo llegaba aquí?, ¿habría estrado en coma?.

Con mi brazo bueno, hago a un lado las sábanas, saco mis piernas y posó los pies en el suelo, el frío contacto hace que una corriente h lado corra por mí cuerpo erisando mí piel. Con un impulso logro ponerme de pie pero mis piernas flaquean y vuelvo a caer en el colchón, realmente de vieron de pasar unos días como para que perdiera el conocimiento de caminar, vuelvo a intentarlo pero estaba me agarró de la cabecera de la cama para sostenerme.

Los Crímenes De Matthews© Terminada✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora