Capítulo 17.

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Maratón 1/3.

La niña lo miró desilusionada pero accedió a regañadientes. Sabía que cuando Hanne se obstinaba en algo no había nada que lo hiciera cambiar de opinión. Soltaron a la mariposa mientras la contemplaban volando libre bajo el sol y echaron una carrera de vuelta a la casa.

La señora Oh había preparado granizado de limón y tortitas de arándanos.
El sueño siguió su curso y _____ se vio en su cama con dosel de princesita que le habían regalado por su cumpleaños. En cuanto la señora Oh le dio las buenas noches y salió de su cuarto, la niña sacó el wilkie talque que tenía escondido bajo las mantas y lo encendió.

-Aquí luciérnaga rosa llamando a tiburón verde -susurró en medio de la oscuridad. Pero nadie contestó-. Aquí luciérnaga rosa llamando a tiburón verde -insistió más fuerte.
-Es tiburón blanco -suspiró Hanne al otro lado del aparato-. No existen los tiburones verdes -añadió irritado.
-Lo que sea ¿se puede saber por qué no contestabas?
-¿Cómo quieres que te conteste si no dices bien mi nombre? -le reprochó.

Ella entornó los ojos en blanco.

-Hanne eres increíblemente odioso ¿lo sabías?
-Y tú eres incapaz de recordar un simple nombre -volvió a replicar.
-Bueno, da igual. Tu madre acaba de salir de mi habitación, ya podemos hablar sin problemas.
-¡Espera, espera, ahora viene a la mía! -susurró antes de esconder el walkie.

En ese momento se escuchó el ruido de una puerta abrirse y unos pasos de tacones acercándose deprisa.

-Sehun, hijo, ¿todavía sigues despierto? Sabes que mañana tienes clase.
-Ya lo sé, mamá.
-¿Quieres que te lea un cuento?
-No, ya me lo leo yo solo -se apresuró a contestar en cuanto escuchó las risitas de su amiga desde el aparato.
-Esta bien, luego apaga la luz.
-Sí mamá.

En cuanto se vio de nuevo a solas, sacó el walkie de su escondite.

-¡Uff, por los pelos!

Y los dos niños se echaron a reír.

_____ se vio en otra imagen junto a Sehun. Estaban haciendo los deberes en el salón mientras la señora Oh limpiaba la cubertería de plata.

-Sehun, hijo, échale una mano -le pidió al ver que la niña mordía frustrada la punta del lápiz.
-_____ , mira, es muy fácil -le animó con una sonrisa cálida-. Solo tienes que sumar estos números y dividir el resultado con este otro para que te de la solución del problema -le explicó, señalando su cuaderno.
-Odio las matemáticas -se quejó ella.
-Las matemáticas son fundamentales para nuestro desarrollo intelectual y para que pensemos de una manera ordenada y lógica.
-Las matemáticas son fundamentales para nuestro desarrollo intelectual -repitió _____ , burlándose de su tono repelente-. ¿Pero tú te escuchas?

La señora Oh se echó a reír. La verdad es que su muchachito era muy listo para su edad. No había duda de que llegaría lejos. Quién sabe, quizás incluso se graduara en la universidad. Dios sabe que ella haría todo lo posible por que así fuera. _____ observó el orgullo con que la señora Oh contemplaba a su hijo y sintió otra punzada de celos.

_____ también se vio tumbada en la hierba, observando un insecto que trepaba por su dedo índice. A su lado se encontraba Sehun con un libro, por supuesto.

-¿Qué haces? -le preguntó.

Se sentía molesta porque su amigo no hacía otra cosa que leer y no estaba acostumbrada a que la ignorase. Pero si había algo capaz de arrebatarle su atención, eran precisamente los libros.

-Estudiar para el examen del viernes -le contestó sin levantar la mirada del cuaderno.

_____ puso los ojos en blanco y se dejó caer en la hierba.

-Hunne, ya has repasado esos apuntes mil veces. Sabes que aprobarás sin problemas.
-Sí, pero también quiero asegurarme de que sacaré buena nota.
-Algún día se te secará el cerebro de tanto estudiar -replicó irritada.

Sehun se encogió de hombros.

-La verdad es que no solo lo hago para sacar buena nota. Mi madre ha dicho que me compraría las zapatillas de deporte si aprobaba -confesó entusiasmado.
-¿Las que se iluminan cuando pisas?
Levi asintió sonriente.
-¡Bah! -se burló _____ -. Yo tuve diez pares de zapatillas como esas, pero ya pasaron de moda. Ahora las que se llevan son las que anuncia Michael Jordan en la tele.
-Ya, pero esas valen muy caras y mi madre jamás podrá comprármelas -musitó avergonzado.
-¿En serio? Pues mis padres ya me las compraron ayer -comentó _____ con malicia.

La niña observó que los ojos de su amigo dejaban entrever una profunda tristeza, y se regodeó para sus adentros. Estaba harta de que tuviera tanta suerte. A ella nadie le regalaba nada por sacar buenas notas o por hacer algo bien. Sus padres ni siquiera le preguntaban cómo había pasado el día en el colegio. Simplemente abría la boca y todo lo que pedía se lo daban.




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¡ESTOY de vuelta mi gente!!!!

¡ATENCIÓN!

porfa me haría falta que lean la atención q subí ni hace mucho, le arregle un pequeño error q tenia léanlo plis....

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Amor a Débito ||Sehun y tu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora