Capítulo 7. Part 1.

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El banquero pensó que se lo llevaban los demonios cuando los vio besarse apasionadamente antes de escabullirse entre la gente hacia fuera del salón. De repente sintió que retrocedía en el tiempo y volvía a ser aquel chiquillo escuálido y frágil que la espiaba consumido por los celos desde un rincón de la casa, mientras ella se daba el lote con algún chico. Y notó como la sangre empezaba a bullirle por todo el cuerpo. Apretó los puños, tratando de contenerse, pero no pudo. En su mente no dejaba de verlos besándose y otras cosas peores. Entonces una especie de furia irracional lo dominó por completo y bajó del escenario para buscarlos entre la gente. A medida que recorría las estancias y los pasillos de la mansión, la desesperación creció dentro de su pecho. Escuchó que algunos invitados reclamaban su atención, pero no estaba de humor para saludar o hablar con nadie. Ni siquiera podía percibir su alrededor con claridad. La ira lo nublaba todo.

Subió las escaleras y los buscó por la segunda planta. Pero los minutos transcurrieron sin que diera con ellos, por lo que empezó a abrirse paso entre la gente a codazos. «¿Dónde se han metido, joder?», se oyó gruñir en voz alta.

_____ dejó que Baekhyun le besara el cuello y la sobara por encima de la ropa. Se sintió algo extraña. Aquel había sido el único hombre al que había querido y sin embargo no terminaba de encontrarse a gusto. A sus besos les faltaba fuerza, en sus caricias no halló la pasión que esperaba. Pero cerró los ojos y se abandonó sin más. Necesitaba conseguir ese trabajo como fuera. Necesitaba escapar de las garras del banquero y de lo que él le hacía sentir.

Baekhyun le deslizó los tirantes del vestido e inclinó la cabeza para besarle los pechos. _____ se concentró en la música que sonaba fuera de la habitación e imaginó que las manos que recorrían su cuerpo eran más grandes y fuertes. Que aquella lengua, lamía y succionaba sus pezones con más exigencia. Pero por mucho que lo intentó ese hombre no era el banquero. Entonces la puerta del cuarto se abrió de golpe y lo vio a él, con la mano apoyada en el pomo y la cara congestionada de rabia. Baekhyun levantó la cabeza y se quedó congelado delante del intruso.

-¡Señor Oh! -exclamó sorprendido.

Sehun apartó su mirada glacial de ella y la dirigió a su acompañante.

-¿Te importaría soltarle las tetas a mi novia? No quisiera tener que destrozarte la cara -masculló con sus ojos clavados en la mano que sostenía un pecho.

Baekhyun obedeció de inmediato. Había visto leones menos fieros en sus safaris por la sabana y la intuición le decía que era mejor no llevarle la contraria.

-¿_____ está saliendo con usted?

Ella salió de su aturdimiento y reaccionó al escuchar aquello.

-No, no es cierto, yo no salgo con nadie -se defendió a la vez que se volvía a cubrir rápidamente.
-Oh, sí, créame, ella me pertenece -siseó el banquero, dedicándole una mirada feroz a él.

Y sin mediar una palabra más, la cogió de la mano y la arrancó de los brazos de Baek. La joven intentó resistirse cuando Sehun la llevó casi arrastras entre los invitados. Sabía que estaba furioso y que era capaz de cualquier cosa.
La condujo al último piso, siguió tirando de ella por corredores y cuando llegaron a la habitación más alejada de la casa, la soltó de un empujón y echó el pestillo de la puerta. _____ observó su alrededor y vio que había una mesa de billar, una máquina de pinball y una diana de dardos. Estaban en el salón de juegos.

-Tú, sucia ramera -silbó colérico-. Me doy la vuelta un segundo y ya intentas follarte a cualquiera.

_____ lo miró asustada pero no se amilanó.

-Te equivocas, no es cualquiera. Íbamos a casarnos.
-¿Qué? -murmuró sorprendió

La confesión de la chica le había sentado como una patada en la entrepierna. Ella también se dio cuenta de la expresión desencajada del banquero y se mostró más altanera.

-Lo que oyes. Baekhyun era mi prometido y me ha ofrecido su ayuda -le aseguró con la barbilla erguida.

Sehun recuperó la compostura y empezó a acorralarla lentamente.

-¿Ah sí? ¿Y cómo es eso? -le preguntó en un tono burlón a la vez que la joven retrocedía algo intimidada.
-Baekhyun me ha ofrecido un puesto de trabajo como contable y cobraré lo suficiente para pagar la deuda. Ya ves, quedo liberada de tus malditas garras.
-Con que Baekhyun te ha prometido un puesto de contable, eh -repitió con una risita furiosa- Y dime ¿le has dicho a tu caballero andante que dilapidaste tu fortuna en menos de tres años? ¿Qué te puliste toda la herencia familiar entre apuestas, noches de fiesta y otras excentricidades? Por que dudo que te deje manejar sus cuentas cuando sepa eso.

_____ enrojeció de rabia.

-Me importa un bledo lo que me digas, ya no dependo de ti para nada -objetó ofendida.

El banquero le cogió de la mano y la arrojó sobre la mesa de billar.

-Déjame que te confiese algo -le susurró en el oído-. Resulta que es tu caballero andante el que depende de mí. ¿Quién te crees que le dejó el dinero para que montara su empresucha? Fui yo _____ . Yo le concedí el crédito que necesitaba. Y si a mí me da la gana puedo hacer que me lo devuelva todo junto y con intereses. ¿Y sabes qué ocurría? Que tendría que cerrar y se vería arruinado por tu culpa.

_____ se revolvió llena de ira.

-Te odio, te odio con toda mi alma -le gritó pataleando a la vez que él la sujetaba con más fuerza.
-Estupendo, porque yo siento lo mismo por ti.

Y de un tirón rasgó su vestido, dejándola desnuda de cintura para arriba. _____ quiso apartarlo pero él la empujó contra el tapete de la mesa de billar y devoró con furia sus pechos. Ahí estaba lo que no había encontrado con Baek: lujuria salvaje, pasión, fuego. Aun así las caricias de Sehun le hacían daño. ¡Le abrasaban la piel! Se le escapó un quejido lastimero e intentó apartarlo con más fuerza. Él buscó con desesperación su boca y engulló su lengua, sus labios, la piel de su cuello. _____ dejó de resistirse y le devolvió el beso con la misma exigencia. Hasta que se dio cuenta de lo que ese hombre estaba haciendo con ella y enfadada consigo misma estiró un brazo con disimulo, cogió el palo del billar y le golpeó en el hombro. El banquero enseguida se contrajo por el dolor y _____ aprovechó para salir de debajo de su cuerpo. Pero él fue mucho más rápido y de una bofetada la tiró al suelo.
La joven se llevó la mano a la mejilla.

Amor a Débito ||Sehun y tu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora