Capítulo 24 Part 1.

1.6K 109 1
                                    

Ella parpadeó sin saber qué hacer. Por un momento sus palabras la pillaron desprevenida. Pero empezó a obedecer con dedos temblorosos y dejó que la prenda cayera a sus pies. Sehun observó el vestido negro que llevaba puesto y arqueó una ceja.

-¿No se suponía que estarías desnuda por debajo del abrigo? -le recriminó.
-Sí, pero también pensé que no te importaría que me pusiera este vestido -alegó en un tono coqueto.
-Pues te equivocaste, me gustas más desnuda. Pero se ve que estás acostumbrada a hacer lo que te sale de las narices. Por cierto, creo que esto te pertenece -dijo sacando unos cuantos billetes de su bolsillo.
-¿Qué es eso?
-Treinta dólares. ¿No es lo que le pagaste a la vieja estúpida por sonsacarle información?

De repente _____ se quedó blanca. Oh madre mía ¿cómo se había enterado?

-Escucha Sehun, no es lo que estás pensando -empezó a disculparse con voz temblorosa-. Yo fui al pueblo para buscar a tu madre. Después de la terrible historia que me habías contado necesitaba hablar con ella. Pero nadie sabía decirme dónde encontrarla. Así que esa señora se ofreció a ayudarme...

Su voz se fue apagando a media que observaba su expresión sombría. Su boca era una fina línea y sus ojos desprendían hielo y fuego a la vez.

-Tienes razón, no es lo que yo pensaba. Es mucho peor -sentenció tajante-. Decidiste jugar a los detectives y te presentaste en el pueblo para hablar con mi madre a mis espaldas. Pero como no lo conseguiste optaste por comprar información.
-No se trata de eso.
-Por supuesto que se trata de eso. Contigo siempre se trata de salirte con la tuya. Algo que pienso solucionar esta misma noche. Acompáñame a preparar la cena -le ordenó con dureza antes de pasar por su lado para dirigirse hacia el salón.

_____ obedeció cohibida y con piernas temblorosas. Desde luego la velada no estaba resultando como esperaba. Había imaginado una noche romántica, con promesas de amor eterno y caricias bajo las sábanas. Ahora todo eran comentarios cargados de hostilidad, tensión y miradas de reproche. Notó un nudo angustioso en la garganta pero lo reprimió para no caer en la autocompasión.

Entonces se quedó congelada en la puerta de su despacho cuando vio lo que Sehun había preparado. Donde antes había una gran mesa de caoba llena de documentos y material de trabajo, ahora había otra mesa casi al ras del suelo, de estilo japonés y mucho más larga, con velitas que iluminaban tenuemente la habitación.

-¿Es aquí donde cenaremos?
-Algo así -contestó con una sonrisa perversa y misteriosa-. Pero no adelantemos acontecimientos -se apresuró a decir-. Ven conmigo al baño, te daré una ducha -añadió abriendo una puerta que había contigua al despacho.
-No entiendo de qué va todo esto. Yo ya vengo duchada de casa -se quejó indignada.

Sehun volvió a sonreír de forma maliciosa.
-Créeme, querida, la ducha que yo tengo pensada es más divertida.

_____ dejó a un lado su recelo y le devolvió una sonrisa tímida.

¿Sexo bajo el agua? Sonaba bien. Se quitó el vestido ajustado, los zapatos, el sostén de encaje, el resto de la ropa y se metió dentro de la bañera.

-¿Tú no te desnudas? -inquirió con un gesto provocativo al ver que no la seguía.
-No, mi plan es otro -le contestó de manera cortante.

Pero antes de que _____ tuviera tiempo de preguntar, Sehun cogió sus manos y se las ató a una barra metálica que colgaba del techo.

-¿Te gusta mi sorpresa? La he mandado poner esta misma tarde.

_____ alzó la mirada, vio sus muñecas esposadas sobre su cabeza y entendió lo que iba a pasar.

-¿Me va a doler? -quiso saber, temerosa.
-Sí -le contestó sin rodeos-. Pero te prometo que no haré nada que no puedas soportar.

_____ empezó a lloriquear.

-Shhh no tengas miedo -le susurró acariciando sus labios carnosos-. Se que en el fondo te mueres por descubrir lo que me traigo entre manos. A los dos nos gustan los enigmas y las sorpresas.

Sehun agarró su nuca y la atrajo hacia su boca con rudeza. _____ gimió al notar el sabor del vino mezclado con el sabor de su lengua, mientras apretaba y estrujaba de forma obscena uno de sus senos. Luego sintió como su mano bajaba lentamente por la piel tersa de su vientre, se detenía en la zona de su pubis y le introducía un dedo en su sexo hinchado.

-¿Lo ves? -dijo sacando el dedo mojado- El misterio te pone cachonda, lo que significa que eres tan morbosa como yo -agregó llevándoselo a la boca para saborearlo.

Las pupilas de _____ se dilataron mientras lo veía relamerse. Le resultaba una imagen de lo más erótica y excitante. Sehun se alejó unos metros para regodearse en su desnudez y contemplarla con detenimiento.

-¿Sabes cuántas veces fantaseé con tenerte así? -comentó admirando la redondez de sus pechos, sus pezones rosados y erguidos, su vello púbico dorado...- Ya lo creo que fantaseé con esto. De hecho me hice muchas pajas mientras imaginaba que te tenía así -confesó con aire socarrón al ver como ella hacía lo posible por cruzar las piernas.

No le gustaba notar su mirada lasciva en sus partes íntimas. La hacía sentir indefensa y expuesta. Y él no apartaba su mirada de ahí porque precisamente lo sabía.

-En realidad te he deseado desde que era apenas un crío con pelos ahí abajo -continuó hablando-. ¿Te acuerdas cuando teníamos trece años? Tú te burlabas de mí, me despreciabas delante de los demás porque era feo y pobre, me humillabas en el instituto. Pero la verdadera tortura venía luego, cuando nos quedábamos a solas. Entonces dejabas aparcada tu hostilidad, venías a mi cuarto con una sonrisa radiante y coqueteabas descaradamente conmigo. Siempre me pregunté por qué lo hacías si tan repugnante te resultaba.

Amor a Débito ||Sehun y tu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora