Por un partido de hockey 2

Cap 9

Me he estado enfocando en otras cosas y me olvide por completo de mi álbum para la universidad, lo que me ayuda demasiado es que ya tengo un gran avance, todos los días tomo fotos, puedo escoger algunas (las mejores) y esas mandarlas, sinceramente tengo nervios, ya que si no logró entrar mi vida se acabaría es lo que realmente quiero.

Estoy apunto de comenzar a revelar fotos cuando escucho que alguien abre la puerta del sótano.

–Hey, Grace, cariño.

–¿Si mamá?

–Ross está aquí.

–Solo déjalo pasar tengo trabajo.

–Ok.

A los pocos minutos un chico rubio bajaba por las escaleras.

–Hola amor. –Dijo acercándose a mí y dejándome un corto beso en los labios.

–Hola, ¿Me harías un gran favor?

–Si dime.

–Solo siéntate y calla.

–¿Alguien está de mal genio hoy? ¿Si quieres me puedo ir?

–¡No! Es solo que estoy atrasada, ya tengo que enviar mi álbum para que me acepten en la universidad.

–Tranquila yo confío en tu talento, sé que quedaras, si quieres te puedo ayudar.

–Solo pon algo de música, canta, cuéntame algo, quiero oír tu voz para tranquilizarme.

–Te amo, tranquila. Estaré aquí contigo hasta que termines, te lo prometo.

–Gracias. –Le di un corto beso en los labios.

Estaba ocupada cuando escuché que Ross comenzaba a cantar "You and I" de Lady Gaga.

Jamás lo había escuchado cantar y a decir verdad cantaba bien, lo que provocó su canción es que comenzará a sonreír.

–¿Tú talento oculto? –Pregunté.

–Eso creo, ni que cantará tan bien.

–Te juro que cantas genial.

–Gracias Grace.

–¿Y bien ya casi consigues la beca?

–No aún no, ni siquiera han sacado convocatoria para las pruebas.

–Oh ya, se que lo lograrás. –Dije mientras sacaba las fotos de la tintura. Me gustaba hacerlo a la manera antigua, sé que ahora puedo solo imprimir en papel fotográfico, pero para mí no tendría el mismo sentido, para mí es algo clásico.

–Te ves hermosa trabajando.

–¡Alto! Haces que me sonroje.

–Ay eres tan linda.

–Y tú tan cursi Lynch. –Escuchamos que la puerta se abrió.

–Hija, son las 8:00 PM, estarán preocupados en la casa de Ross.

–Mamá tranquila este muchacho es un hijo de la calle. –Reí.

–Bueno, ahora vuelvo voy por unas bebidas. ¿Quieren jugo?

–Si mamá, está bien.

–La acompaño señora. –Interrumpió Ross, subieron las escaleras y yo solo sonreí porque sabía perfectamente porque mi mamá había bajado.

Después de algunos minutos Ross bajo con jugo y dos vasos.

–Bueno, al parecer tú mamá desconfía.

–Jaja, eso parece.

–Pero al parecer me le adelanté.

–Shhh, estás paredes escuchan y luego hablan.

–Tranquilizate, cariño, todo va a estar bien.

–Lo sé.

Y así pasaron las horas, llenas de charlas, hasta que noté que Ross se había quedado dormido en la silla en la que había estaba sentado ya un gran tiempo.
No pude evitar y le tome una fotografía, fue con una cámara instantánea para que no esperara tanto y ya lo despertara, ya que por fin había acabado el álbum; bueno literal, solo faltaba acomodarlo, pero eso es más sencillo.

–Ross, cariño.

–¿Qué pasa? –Se levantó exaltado.

–Termine, son las 11:30 PM.

–Wow ¿cuándo pasaron las horas?

–No lo sé, ven. –Se levantó de su silla, me tomo de la mano y le empecé a explicar todo mi tendedero de fotografías.

–Wow, estás son geniales.

–¿Adivina qué?

–No lo sé, dime.

–Agregaré está.–Era la foto de hace un momento.

–¡Oye no! –Trato de quitarmela pero no pudo.

–¿Sabes que soy capaz de ponerla cierto?

–Si, por eso dámela.

–No. –Comencé a correr despacio.

–Te tengo. –Me atrapó, y me logro quitar la foto.

–Ay, arruinaste la diversión.

–Mira soy un angelito al dormir.

–Jaja, eres un vanidoso.

–No tanto como tú. –Lo besé.

Luego le seguí explicando las fotos, y él ya tenía que irse.

–Nos vemos, te amo. –Dijo mientras salía por la puerta.

–Bye, te amo.

Y se marchó, mañana nos veríamos en el instituto.