Cap 13

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NARRA GRACE

Mi vida se convirtió en basura tan solo en un abrir y cerrar de ojos, sé que lo que hizo Ross no estuvo nada bien pero ahora lo extraño demasiado, tome una decisión muy anticipadamente, ni siquiera le di la oportunidad de que me explicara su versión, y me deje llevar por los mensajes de Wallace persona de la cuál ni sabía su existencia.

Soy una estúpida y ahora lamento todo lo sucedido; pero es que no sé que pensar, mi mente da demasiadas vueltas y no tiene, no puede, no sabe cómo tomar una decisión.

Ahora solo quiero estar sola, alejada de todos y llorar hasta que mis ojos se sequen o que algo malo pase conmigo.

Tocan la puerta, sacándome de mis pensamientos.

–Hija... ¿Estás ahí? ¡Abre la puerta!–Llamo mi mamá a la puerta.

–¡Solo quiero estar sola, vete! –Grite, enterrando mi cara en mi almohada.

–Llevas toda la tarde encerrada, baja a cenar.

–¡No tengo hambre, solo déjame en paz! –Ni siquiera había notado que ya era de noche lo único que me quedaba por hacer era llorar.

No sé ni lo que siento, ansiaba por tener un mensaje de él, solo ganaba con esta idea desesperarme porque sé que no pasaría, yo le dije que me dejara en paz y estoy segura que él lo haría, eso implica nada de mensajes ni llamadas lo cual comienza a ser extraño y lo necesito.
Me encantaría escuchar su voz o tan solo recibir un mensaje de él, lleno de corazones o un te amo al final...

De tanto llorar me quedé dormida, no tengo ganas de levantarme, de salir o si quiera de moverme, me siento muy mal, me siento extraña, verlo en el instituto sería demasiado incómodo y no quiero pasar por un momento así. Así que mejor decido volver a dormir, esa es la solución a todo, durmiendo no sientes, no piensas, no lloras, simplemente te desconectas de todo y es mejor así.

NARRA ROSS

Pensé que la vería hoy en el instituto pero no, no se presentó, me preocupa puede estar mal, tal vez destrozada y no me gustaría que cometiera alguna de esas cosas estúpidas que las chicas hacen hoy día, aunque tengo demasiada confianza en ella que sé  plenamente que no sería capaz de cometer un error así.

Por otro lado emocionalmente estoy hecho una mierda, sé qué será demasiado difícil seguir adelante sin su compañía, ahora todo estará en contra de mí, porque este secreto me seguirá atormentando ya que en mis planes no está contarles realmente lo que pasó a mis papás.

–¡Señor Lynch, ¿podría contestar a mi pregunta?! –Interrumpió mis pensamientos la profesora.
No sé ni en qué estamos, hoy es un caos total.

–¿Me podría repetir la pregunta por favor? –Dije algo apenado, todo es absurdo.

–¡A dirección por favor! –Carajo, lo que me faltaba ahora tendría detención.

Llegue a la dirección y como lo había predicho me dieron 3 horas de detención después de que finalizara mi rutina escolar.

Para que seguir contando lo que pasó en clases ni siquiera recuerdo cuáles tuve. Más tarde en detención solo me quedé sentado en el gimnasio para acompletar mis horas.

Me dieron las 7:00 PM en el instituto, tome algunas cosas de mi casillero dispuesto a irme a mi casa. Camino por la calle del instituto, sin ningún sentido funcionando ya que la música estaba a todo volumen sonando en mis audífonos (sonaba nuestra canción), camino un poco más cabizbajo sin mirar si algún auto se acercaba.

De repente siento un golpe en mi costado izquierdo, caigo en el suelo y pierdo el conocimiento al instante...

Por un partido de hockey 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora