Por un partido de hockey 2

Cap 23

No hay palabras para describir lo que siento en estos momentos. No hemos dicho palabra alguna el silencio se apodera de nosotros de manera inexplicable; esto es lo más doloroso.

Tal vez no nos veamos en varios meses y de solo pensar eso, se hace un nudo en mi garganta.

–"Pasajeros con destino a New York favor de pasar a la sala 2A" –Se escucho a lo lejos haciendo querer detener el tiempo y pasar un momento más a su lado.

–Creo...que me tengo que ir... –Susurre tomando mis cosas, hasta que Ross agarra mi brazo.

–Por favor no hay que hacer esto.

–¿Hacer que?

–Despedirnos...

–¿De qué hablas?

–Si nos despedimos es como si no nos volviéramos a ver nunca, y te juro que aún no te vas y ya ansío volver a verte. No quiero dejarte ir Grace, por favor no me hagas esto.

–Cariño, sabíamos que esto iba a pasar en cualquier momento, tú también viajaras a Chicago y pase lo que pase siempre estaré contigo...–Lagrimas comenzaron a salir.

–Por favor no llores Gracy, harás que me pase lo mismo...–Sus ojos eran brillosos amenazaban en derramar lágrimas.

–"Pasajeros con destino a Chicago pasar a la sala 4B" –Se escucho a lo lejos.

–Ross es hora... –Lo abracé tan fuerte que sentí que nuestros cuerpos se compactaban para hacer uno, no quería soltarlo nunca.

–Te amo Grace cómo no te imaginas, y...no quiero hacer esto más duro de lo que ya es...–Se levando y agarro sus cosas.

–Te amo Ross...

–Adios Tyder, cuida mucho a mamá, a ti también te voy a echar de menos, pequeño cachorro. –Se arrodillo a la caja donde está Tyder.

–...–Solo sonreí.

–Nos vemos cariño, te amo.

–Te amo más Lynch. –Nos dimos un último abrazo, beso, tomamos nuestras cosas y nos dirigimos a direcciones opuestas nuestros vuelos ya iban a salir.

No mire para atrás, me destrozaría más.

Con audífonos puestos a todo volumen sonaba nuestra canción, lágrimas bajaban de manera desconsolada y las ganas de bajar de ese maldito avión e ir en busca de él se apoderaban de mi pensamiento.

Después de casi 5 horas de vuelo llegue a New York, recogí mi equipaje y tome un taxi directo a la universidad, a lado de esta estaban los departamentos. Tenia mucho que hacer por ejemplo desempacar.

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Los primeros días en la universidad fueron como cualquier otros, lo bueno de ser nuevos todos es qué resulta fácil hacer amigos. Conocí a dos personas en especial, que ahora los considero mis amigos una chica llamada Savannah pero de cariño le decimos Vanni y un chico llamado Ryland.

Contaré la historia ellos viven aquí, Savannah ahora sale con un chico llamado Riker y al parecer Ryland no tiene novia.
Cada uno de nosotros tres comparte un gusto diferente por la fotografía, por ejemplo a Ryland le gusta tomar fotos de personas, a Vanni de objetos y a mí de paisajes. Creo que hacemos un buen equipo al juntar nuestros trabajos.

Ross y yo hablamos por teléfono, aunque extraño mucho su presencia.

Él a conocido a un chico llamado Rocky y ahora es su amigo. A él le está llendo bien, tiene la beca para estudiar hockey profesionalmente.

Y pasa y sigue pasando el tiempo lo extraño más, aunque sinceramente no es lo mismo, aunque hablamos y todo lo siento demasiado lejos. Es como si la chispa que nos unía se apaga lentamente.

Después de serlo todo en vez de acercarnos más nos estamos alejando. Juro con el alma que no quiero perderlo él se convirtió desde el primer momento en alguien muy importante, estoy tratando de sobrellevar la distancia de la mejor manera pero creo que llegara el momento que nos rendiremos y todo terminará.

Lo amo tanto como para que esté jodido obstáculo gane la lucha en nuestra relación.