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She knew she was hypnotized
And walking on cold thin ice
Then it broke, and she awoke again
Then she ran faster than
Start screaming, "Is there someone out there?"
Please help me.

Lily - Alan Walker


Mia Gray

En el pasado...

Por fin podría ver a su familia.

Ese fue el primer pensamiento que tuvo Mia Gray cuando despertó aquella mañana. Estaba bien, podía moverse con facilidad sin la necesidad de requerir ayuda de la servidumbre. Oh, como deseaba que los motivos de su pasada inmovilidad hayan sido por enfermedad.

Pero no, no fue de esa manera.

Miró de reojo al hombre con el que se casó, con el que tuvo su primogénito y único hijo. Aun podía recordar todas las noches que deseó que su hijo fuera parecida a ella en todos los sentidos. Lamentablemente, Dios le volvió a fallar. Su más preciado hijo era por completo la copia de su padre. Malvado, egoísta, narcisista, manipulador... Un asesino. Por mucho que su corazón se estremecía al reconocerlo no podía cegarse ante la verdad.

Había luchado contra todo pronóstico para evitarlo... Una lucha que no pudo ganar.

Todavía quedan ellas, pensó para reconfortarse. Sus nietas, su razón de vivir y su mayor orgullo. Eran niñas, su mente inocente no ha sido corrompida por la maldad que tanto las rodea por Liam y Henry. Se preguntaba todos los días cuánto tiempo le quedaba antes que ese indeseado final sucediera.

Il ñ'est pas tard —se dijo a sí misma. Sabía que su marido no sabía francés, y para ese momento, ya perdió todo interés hacia ella. Al menos que la necesitara...

Observó el cielo oscuro que no se ha despejado en todo el día. Yacía tiempo que empezó una gran tormenta. Una que no se ha detenido en ningún momento.

Permitió que la damisela se encargara de su abrigo al entrar en el hogar de su hijo y nuera. El gran salón de entrada se extendía ante ella, solo había la brillante mesa ébano con el florero que ella pidió esperando que ese detalle añadiera un toque de humanidad a este hogar tan frívolo que se había creado con el tiempo. Aunque quisiera ver a su hijo sabia con certeza que no sería muy bien recibida, al menos no cuando Henry y Liam tenían una importante reunión en el despacho. En ese caso decidió ir a ver a sus nietas.

Subió la elegante escalera imperial, subió por el lado derecho que le quedaba más cerca de las habitaciones de las niñas. La magnífica estructura se extendía al segundo piso donde ambos extremos se conectaban con el balcón. Brindaba una excelente vista a todo el salón hacía abajo.

Los truenos cada vez eran más fuertes que las anteriores. Estuvo a punto de tocar la puerta de su nieta Salomé cuando se dio cuenta que estaba entreabierta. La abrió pensando que no había nadie allí puesto que la habitación solo contraía una luz tenue, algo que la niña disgustaba al temer a la oscuridad. Esos miedos infantiles le recordaba lo pequeña que todavía era pero, sabía que, como toda fase de la infancia, tendría su final.

Sin embargo, se sorprendió al encontrar a su pequeña niña sentada cerca de la ventana. Daba la espalda a la puerta mientras estaba concentrada en algo que no pudo detallar desde la distancia.

Mi Otro YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora