Mi Otro Yo

5

SIRENĂ

Te daré la vuelta, te romperé y te tragaré.

Te robaré y disfrutaré de ti.

Te volveré un desastre.

—Monster (EXO)

*.*.*.*

— ¿Cómo se siente el día de hoy, señorita Gray?

Como la mierda.

—He tenido mejores días, doctor —hablo cordialmente—, pero estoy bien.

— ¿Segura? Su aspecto agotado me indica otra cosa —su mirada analítica me penetra evaluando dicho aspecto.

Toma todo de mí no mandarlo al infierno inmediatamente pero me prometí mantener un perfil bajo y una buena conducta hasta poder hacer un movimiento.

No he podido dormir en los últimos tres días. Cada que estoy por consolidar el sueño, el sonido del disparo ataca mis tímpanos sumando los gritos aterrados del pasado. Ese momento... ese ataque, ha quebrantado algo. Han abierto algo que he tratado de olvidar y lo que más me jode es que puedo revivirlo a través de mis pesadillas.

¿Cuánto necesita una persona para quebrarse en totalidad?

No tengo una jodida idea.

En mi caso se necesitó un atentando en mi contra para empezar a joder mi cabeza y, como si no fuera poco, aún sigo viendo el cuerpo del difunto conserje del hospital. Es como si tuviera tatuado su imagen en las retinas y no puedo olvidarlo.

— ¿Señorita Gray? ¿Está escuchándome? —parpadeo regresando en sí. La frente del doctor Landown a causa de ceño fruncido.

Aclaro mi garganta.

—Discúlpeme —ahogo un bostezo—, no presté atención. ¿Puede repetirlo?

—Le preguntaba sobre la sanación de su herida.

Suspiro.

—Está sanando bien —creo. Bajo la mirada a la zona que está cubierta por gaza y el pantalón del uniforme. Uno nuevo por supuesto ya que el otro se arruinó por toda la sangre, aunque siendo sincera si fuera otra más del montón, mi situación hubiera sido diferente.

He captado atuendos de internos manchados de sangre seca o descolorida, claramente aquí se labora por medio de dinero, influencias o trueques. Acción que no me sorprende para nada, porque así se maneja en el mundo, fuera de estas andrajosas paredes en que me tienen atrapada.

—Me alegra saber eso —ojea su libreta—. ¿Cómo están los problemas del sueño? ¿Has podido dormir durante el día?

—No, no siento cansancio sin importar la posición que use. En las noches siento agotamiento pero el sueño no aparece.

—Aquí me informan que se ha reusado a tomar las píldoras —eleva la mirada, enarca una ceja—, ¿alguna razón del por qué?

—Conozco esa medicina, doctor, no dejaré que vuelvan a drogarme como en el pasado.

— ¿No has considerado que...? ¿Tal vez te ayuden?

Niego.

—Como dije anteriormente; las conozco —me inclino hacia adelante—. Esa es la diferencia entre usted y yo en este momento, yo sé todo lo que puede causarme ¿usted? Sólo manda al azar, esperando que resulte para bien.