Prologo

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Hola me llamo __________, soy mujer y hoy es 20 de septiembre del 2012, hoy es el día que cumplo 18 primaveras o 18 años, como prefieras llamarlo, hoy también es uno de los mejores días de mi vida, sin embargo también es uno de los peores; les explicare, hace unos meses el grupo de K-Pop “Infinite” perdió a su asistente así que abrieron algo así tipo “encuestas” para encontrar a alguien, este “concurso“ consistía en mandar un correo con tus datos y todas esas cosas, después se te respondía con otro correo que contenía algunas “cosas por hacer” o “pendientes” y tu debías organizar todo de forma que los chicos tuvieran descansos para comer y recuperar energías pero que al mismo tiempo lograran cumplir con la agenda a tiempo, bien pues justo hoy me acaban de avisar que me quieren contratar, que debo mandar un correo para confirmar y después me informarían cuando sería mi viaje a Corea, si lo sé eso suena perfecto tomando en cuenta que es uno de mis grupos favoritos, y la verdad es que sería perfecto…

Si tan solo no hubiese mentido en los datos, los requisitos para participar eran 4, la verdad muy simples:

1.    Haber nacido antes de 1994 –Hecho.

2.    Tener pasaporte y visa –Listo.

3.    Disposición del 100% (24 horas 7 días a la semana) –Completa y totalmente listo.

4.    Ser de sexo masculina –Tenemos un problema…

Muchos se preguntarán ¿Cómo lograste entrar al concurso en primer lugar? ¿Por qué se te ocurrió? ¿No pensaste en qué pasaría si ganabas? Y la verdad es que las respuestas son muy simples… Tomé el lugar de mi primo, él tiene mi edad y nos parecemos mucho, cuando le comento él pareció no tener problema; se me ocurrió porque… ¡ES INFINITE! ¿Necesito más motivos?; Y no, no lo pensé, sinceramente no creí ganar soy una pesimista.

En ese momento me encontraba encerrada en mi cuarto, observando algunos de mis posters de Infinite, Teen Top, Exo, SHINee, Super Junior y unos cuantos más, me odiaba a mí misma por ser mujer, me odiaba por pensar en entrar, al principio pareció una buena idea pero ahora solo me hacía querer morir ¿Tienen idea de cómo es el tener la oportunidad de convivir diariamente con uno de tus grupos favoritos y no poder? Bien, si no la tienen les diré, ¡A-P-E-S-T-A! y lo peor de todo es que…

-Hija… ¿Estas bien? – mi madre interrumpió mis pensamientos cuando asomo su cabeza por un pequeño espacio entre la puerta y el marco.

-No – dije seca, me acosté boca abajo en la cama y grite fuertemente contra la almohada.

-Tranquila hija – mi madre poso su mano en mi espalda y la comenzó a acariciar suavemente, dándome un poco de tranquilidad… pero aún no era suficiente.

-¡¿CÓMO QUIERES QUE ESTE TRANQUILA?! – estalle mirándola a los ojos.

Mi madre se encogió de hombros y se acercó para abrazarme, algo temerosa, sin embargo a penas poso sus brazos a mi alrededor me solté en llanto sobre su hombro, ella me consolaba como solo una madre sabe.

-Tal vez si puedas ir… - dijo después de unos minutos donde solo se escuchaban mis sollozos “silenciosos”; la mire esperanzada, mi madre tan lista como siempre ya había pensado en algo.

-¿Cómo? – indague rápidamente queriendo saber más, ella abrió los ojos como platos y se separó de mí.

-No, no, mejor olvídalo ¿Sí? No fue nada – negó efusivamente pero ya me había emocionado así que ahora tenía que decirme.

-Vamos dime – hice pucheros para tratar de convencerla.

-No, en serio no era nada de nada olvídalo – negó nuevamente y se levantó de la cama para caminar en dirección a la puerta.

Dos En Una (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora