¡AAAAAAHHHHHH!

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Todos permanecimos en silencio, yo no podía ni respirar, estaba en grandes problemas. No me moví, ni respire o parpadee por lo que se sintió como una eternidad.

L fue el primero en romper el silencio.

-__________... yo… - comenzó a decir aún con la peluca en la mano, desviando la mirada desde esta hasta mí y viceversa.

-No – lo corte.

-Per…

-Solo… No hables – le pedí negando con la cabeza, no soportaría nada que me dijera en estos momentos.

Hoya carraspeo después de unos minutos llamando la atención de todos – Creo que deberíamos irnos.

-Solo un minuto – pedí entrando nuevamente al vestidor.

Cuando cerré la puerta me cambie rápidamente la ropa por la que usaba esta mañana/tarde. Salí del vestidor y todos dejaron de susurrarse entre sí para verme.

-Vamos, te llevaremos a casa – me dijo SungGyu con una tímida sonrisa.

-No, no, deben de ir a la fiesta – dije recordando, si antes no quería ir, ahora menos – yo pediré un taxi o ya veré que hago.

-No creo que sea buena idea, podríamos llevarte a casa y luego ir a la fiesta – me dijo WooHyun con el ceño fruncido.

-O si quieres no vamos a la fiesta y nos quedamos contigo – me ofreció SungYeol.

-Gracias, pero si no van a la fiesta o llegan tarde solo tendré otro problema, además si no es mucha molestia, prefiero estar sola en estos momentos – dije cabizbaja.

Sin dejar que alguien más aportara algo salí del camerino hasta el pasillo y prácticamente sin separar los pies y la vista del piso camine intentando encontrar la salida rápidamente. Más de una vez choque accidentalmente con alguien por distraerme con nada en especial, mi mente estaba en blanco, aún no podía creer que me habían descubierto, sabía que algún día pasaría pero no tan pronto.

-Lo siento – susurre otra vez al chocar con otra persona, ni siquiera sabía quién era.

-¿__________? – me dijo es persona, levante la vista y era Chunji, inmediatamente mis ojos comenzaron a arder un poco en anticipación de las lágrimas, y un nudo se formó en mi garganta, ya no lo volvería a ver -¿Estas bien?

Asentí con la cabeza y susurre otra disculpa para seguir caminando, pero una mano sobre mi brazo me lo impidió.

-¿Qué ocurre? – insistió Chunji, no podía verlo a los ojos, o mejor dicho, no quería que él me viera luchando para no llorar -¿Qué paso? – volvió a insistir cuando no respondí, su voz sonaba preocupada.

-Na… nada – negué con la cabeza e hice intento de volver a caminar, pero nuevamente Chunji me lo impidió.

Me tomo con más firmeza del brazo y me acerco a él, con su mano libre levanto mi barbilla para que lo viera pero desvié la mirada aun luchando contra el nudo en la garganta y las lágrimas.

-No estás bien – confirmo, y sin decir nada me atrajo más cerca de él envolviéndome en un abrazo.

No podía con esto, ya nunca lo volvería a ver, nunca más me abrazará como ahora, con tanto apoyo, en realidad nadie nunca me había abrazado así, comencé a sollozar contra su pecho, él acariciaba mi cabello y me mantenía abrazada con firmeza por la cintura.

-¿Tienes como volver a casa? – preguntó después de un rato, negué contra su pecho, él suspiro – Yo te llevaré – negué nuevamente, quería estar sola – Eso no era una pregunta – Chunji soltó una risita que en otro momento, hubiera pensado que era adorable.

Dos En Una (sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora