capítulo 5; pequeños detalles.

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— ¡No me importa si tu padre tiene cáncer! Quiero ese boleto ya.

Wayne McCullough. Un pobre chico, su madre lo abandonó y la única persona que le queda es su padre, aunque. . . no por mucho. ¿Del? Era la novia de Wayne, a veces era muy cruel con él pero aquello que había dicho lo había destrozado. Oh, mierda. Muy bien, Del.

Había soportado muchas cosas pero. . . eso sí que lo había destrozado, ya sabía muy bien que su padre iba a morir. ¿Y Del qué hacía? Nada. ¿No se suponía que las parejas se apoyaban mutuamente?

— Wayne, lamento escuchar eso. . . apenas nos conocemos, y sé que al principio nos tratábamos de la mierda pero, aquí estoy para apoyarte.

¿Y esas palabras? sí. Habían salido de Five, se nota una gran diferencia pero es que Wayne no era para Del, y Del no era para Wayne.

Five era para Wayne y Wayne era para Five.

Ambos se pertenecían, se entendían, y se querían. Aún no pasaban por las diez mil etapas que habían, pero, las circunstancias pasaron así, no hay un error, ni había nada raro.

— ¿Vas a salir hoy?
— ¿Con quién?
— ¿Con el uniforme de la academia?
— ¿Cómo se llama?
— ¿Ya lo conocemos?
— Klaus, dile que yo, el mismísimo Ben, pregunta que si ya está listo para su primera cita.
— ¿Es cita?
— ¿Podrían callarse ya? No necesitan saber nada.
— Pero, ¡mírate! Cinco, acompáñame.
— No, Allison.
— Dejémoslo solo, necesita su tiempo para progresar lo que va a pasar.
— Gracias, Vanya.
— No vayas a perder la virginidad.
— ¡Luther!
— ¿Es chico o chica?
—. . .

Oh, mierda.

— Ya me voy.

Por otro lado, Allison cargó al más pequeño, obviamente no pesaba y si le insistía una vez más el menor se retiraría.

— No. Te pondré otra ropa.
— ALLISON.
— Oí el rumor de que te quedabas callado y te dejabas cambiar la ropa. . .

Y en efectivo, funcionó.

Una sudadera gris, un short de mezclilla hasta los rodillas, y unos "tenis" negros.

— ¡Te ves tan genial!
— Allison.
— Ya, puedes irte.

El menor se sentía tan raro, salió de la academia y caminó hasta el cine en donde había quedado con el mayor.

Al llegar no supo qué hacer exactamente, no había casi nadie, era un Viernes. Qué raro.

Se iba a retirar, se dio media vuelta y chocó justamente con Wayne, ese Wayne que de alguna manera lo hacía ponerse nervioso.

— Five.
— Wayne, eh, sí, hola.
— Te ves muy bien.
— ¿Qué?
— Que te ves muy bien, ya me había acostumbrado a verte con ese uniforme, pero, luces diferente y me gusta. Te ves bien.
— Gracias. . .
— De nada. Oh, te traje un chocolate, es un pequeño detalle pero, lo conseguí para ti.
— No tienes que hacerlo, Wayne. . . no con la situación en la que estás pasando.
— Es sólo que tu haces que mi vida no se vaya a la mierda por completo. Te mereces esos pequeños detalles.

Espera, espera, espera. ¿Acaso lo dijo en serio? ¿Las mejillas de Five tenían un color rojizo? Sí, y sí. ¿El corazón de Wayne realmente había latido con fuerza cuando dijo eso? Que sí.

— ¿Vamos?
— Vamos.

Ambos caminaron a la taquilla, compraron boletos para una película de terror, compraron palomitas y refrescos. ( eso sí lo había pagado Five, supongamos que ya había investigado sobre qué se hacía en un cine, pero a Wayne no le gustó eso porque él no quería ser un gasto para el menor, pero, él nunca sería un gusto para el pelinegro de ojos claros. )

Después de unos minutos, entraron a la sala, ambos se sentaron y esperaron a que la película comenzara.

Unas 2 horas después, la película terminó, no había estado tan "buena" y no había dado miedo.

— Bueno.
— Eh.
— La próxima vez que vayamos a un cine hay que elegir una que valga la pena.
— Me parece bien.

Ambos chicos observaron cómo las personas se iban de la sala, los dos no tenían intención de levantarse pues era muy temprano y no se iban a ver por dos días o eso creían.

— Pues, creo que ya se fueron todos.
— Deberíamos irnos.
— Sí.

Se levantaron y observaron a los lados, diablos, realmente no había nadie. El mayor dejó escapar un suspiro, y el menor no sabía qué hacer, otra vez.

— Los créditos.
— Ya se acabaron.

Ambos se miraron, había silencio, y no había nadie. Era algo así como "su momento".

Wayne se acercó a Five y Five a él, se miraron fijamente y sucedió.

Wayne había tomado de la cintura a Five para acercarlo a él y evitar que se separara, por otro lado, Five se acercó a él y con sus brazos le rodeó al cuello del mayor. Wayne sonrió, lo ayudaría. Así que, lo acercó así mismo haciendo que Five se parara de puntitas.

Diablos, ambos lo deseaban.

Así que, Wayne cerró sus ojos y besó los dulces labios del menor, se sentían tan suaves, se sentía tan bien besar sus labios. Y Five le pudo corresponder al beso, con un poco de dificultad porque había sido su primer beso pero pudo saber cómo manejarlo. Ambos mantenían el ritmo, y con eso, el beso se profundizó.

La falta de aire se hizo presente, justo después de unos minutos, eso llevó a que ambos se separasen del beso, había sido un beso tan dulce, tan lindo y tan deseado.

Ambos se miraron a los ojos. . . pero, Wayne se separó por completo.

— Me tengo que ir.

Y así fue, se retiró dejando ahí al menor en la soledad.

— fin, capítulo 5.

peachless. - fayne [wayne mccullough x five hargreeves]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora