13 de marzo de 1389
No la veía, pero la sentía.
Sentía la sangre caliente y pegajosa deslizarse por su piel. Cuello, rostro y manos.
No veía, pero sentía.
El movimiento de su espada y como con una precisión orquestada, cortaba todo lo que estaba a su paso. Atravesó a un hombre, desde debajo de las costillas hasta casi partirlo al medio, a otro le cortó el costado, y con ese mismo movimiento, cortó la yugular de un tercero.
Escupió la sangre que cayó desde el cuello de su víctima a su boca, para luego seguir su caminata, dejando cadáveres detrás de sí.
Uno de los soldados contrarios, con su lanza pudo arrebatarle su espada, y desarmado, intentaba bloquear los ataques de sus enemigos con sus manos desnudas. El primero que fue lo suficientemente valiente para atacar, vio su fin en segundos, cuando Jungkook le partió el cuello.
Alguien lo hirió en la espalda, él con furia lo tomó de su armadura y lo tiró al suelo, para golpearle la cabeza contra el suelo repetidas veces, escuchando el sonido de la piel, músculos y hueso resquebrajarse a cada golpe.
En el piso, tomó a uno de los soldados por el pie, y lo tiró a su lado, partiendo su cuello con una piedra saliente del terreno. Agarró la espada del hombre y desde la misma posición, ensarto a dos hombres juntos, que gritaban en agonía por el dolor, empalados por varios minutos, manteniéndose vivos mientras se desangraban.
Atravesó el hombro de un soldado, entre la parte desprotegida de su armadura, y cuando cayó al piso, lo decapitó con su espada,dejando que su cabeza rodara unos centímetros de donde estaba. Los brazos le dolían, los hombros lloraban al moverse y la sangre empapaba su visión.
Iba a ir por otro adversario, pero los cinco hombres que quedaban, salieron corriendo, para evitar una muerte segura. Él podría haberlos dejado ir, pero así no era como él hacía las cosas.
Así que los corrió, ensartando con su espada al más rezagado, para luego saltar sobre la espalda de otro y así, romper su cráneo contra el suelo. Sólo quedaban tres, por lo que se levantó refulgiendo de energía, y atrapó a otro, que lo intentó atacar, pero que vio la muerte antes de siquiera finalizar su intento. Su compañero lo siguió, respirando sus últimas aspiraciones, jadeando en el suelo con la sangre escurriéndose por la boca.
Jungkook se dejó caer al lado del cuerpo, agotado, viendo como el único sobreviviente del bando contrario, corría como si lo persiguieran los espíritus. Lo dejó ir, permitiendo así que sus enemigos conozcan su hazaña de hoy.
Que él y sus hombres, reducidos a un número de quince a uno, habían acabado con un pequeño ejército.
Pasaron varias horas hasta que se pudo levantar, tenía la boca pastosa, su garganta ardía y todo su cuerpo latía de puro dolor. Tenía heridas múltiples en todo su cuerpo, y estaba cubierto por tanta sangre, suciedad y sudor, que sí se olía un par de veces, lo atacaban unas náuseas terribles por el hedor.
Juntó todas las armas que pudo y los objetos de valor que consiguió, tanto del enemigo como de sus propios hombres. Había varios caballos muertos y heridos, pero algunos daban vuelta alrededor del campo de lucha, por lo que Jungkook, no sin esfuerzo, pudo tomar por las riendas a uno y subir su botín de guerra y su trasero.
Las heridas del costado y la espalda le tiraban en la cabalgata, pero se mantuvo andando, en caminos secundarios, a la espera de llegar antes del amanecer a su villa.
Era pleno invierno, la nieve se amontonaba a los costados del camino, por lo que había que cabalgar con precaución. El viento helado se colaba en sus huesos y lo único bueno del clima era que la nieve mitigaba el dolor de sus heridas.
YOU ARE READING
• The King •《Kookjin》[FINALIZADA]
FanfictionLuego de más de cuatrocientos años, la realeza de Koryeo está llegando a su fin. Sobre el reino está por desatarse una guerra civil, y cada quién ya ha decido a quién quiere como nuevo rey. La familia Jeon es de las más poderosas de la época, con u...