3 de Marzo de 1390
Evitaba el tema a toda costa, y cada vez que lo traía a colación, Jungkook desviaba el tópico con otra cosa, ya sea hablar del Estado, hablar de los niños, o tener sexo.
Por lo que Jin había ido a acostar a Yoongi, luego a Taehyung —dejando a ambos en el mismo cuarto, para no pasar el susto de la última vez, por si Yoongi quería ver a Taehyung— y fue hasta la recámara principal del edificio, en el corazón del mismo, custodiada con dos guardias, cuatro menos de los que cuidaban en cuarto de los niños.
Con una inclinación de cabeza, los soldados dejaron pasar a Jin, abriéndole las puertas y cerrándose detrás de sí una vez ingresó.
A pesar de que hacía ya varios días que dormía allí, la opulencia y grandiosidad de la estancia lo seguía dejando sin aliento.
Los pisos de madera oscura lustrada, los muebles a composé, las paredes pintadas en oro y azul, con soles, océanos y caracteres chinos, en murales realistas que si los mirabas fijamente parecían que cobraban vida. Como un lujo, el lugar estaba repleto de jarrones y decoraciones de porcelana y jade. Las columnas de un rojo oscuro revestidas con oro y las lámparas que colgaban de ella del mismo material.
Era el cuarto de un rey, pero a Jin se le hacía surrealista tanto. Como un intruso en los aposentos de alguien importante.
Jungkook estaba leyendo un documento en la cama, frunciendo el ceño. Ofuscado, lo volvió a enrollar y así pudo ver a Jin, parado a unos metros de él. El ceño desapareció y una sonrisa sincera apareció en su rostro.
— ¿Los niños se han dormido?
—Sí. Tuve que llevar a Taehyung con Yoongi o no iba a dormirse más.
— ¿Por qué se pega tanto a él? Los bebés no parecen divertidos para los niños.
—No lo sé, pero Yoongi ha pasado por tanto, que verlo feliz me alegra. Y lo cuida mucho, tiene en cuenta su comodidad, su cabecita que no se golpee, que respire bien y lo ha empezado a alimentar con cosas blandas.
— ¿Por qué no han traído a Sooyoung como he ordenado, Seokjin?
Su tono divertido desapareció, mirándolo de forma seria. El aludido se encogió en su lugar por lo irritado que se veía su hermano, pero intentó mostrarse sereno y conciliador.
Se acercó hasta la cama y se sentó frente a él, tomando su mano con ternura.
—Ya te he dado mis razones por las cuales creo que Sooyoung y Nia deberían permanecer juntas, pero hay una más, que simplemente es tan egoísta, que me daba vergüenza y miedo decirla en voz alta.
La mirada de su hermano se dulcifica al escucharlo tan martirizado.
—Habla. Sabes que no voy a juzgarte, Jin. Entiendo que el tema referido a Nia y a los niños te hes complicado.
Una mirada triste pasa por los ojos del mayor, por lo que baja la vista he intenta aclarar sus pensamientos.
—No son mis celos, si crees que me refiero a ello. A pesar de que sé que soy corporalmente incompetente para tener hijos contigo, sé el lugar que ocupo en tu vida.
—El más importante. —dice Jungkook al instante, haciéndolo sonreír.
—Pero no es eso por lo que soy egoísta. Los celos son nimios, incluso naturales en nuestra relación. Es algo peor, oscuro, de lo que me siento avergonzado y aún así, no me arrepiento de mis terribles acciones.
Las palabras tan duras de su hermano lo alertaron, por lo que su atención se focalizó incluso más en él. Acarició su mano con ternura y llevó sus nudillos a la boca para besarlos.
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• The King •《Kookjin》[FINALIZADA]
FanfictionLuego de más de cuatrocientos años, la realeza de Koryeo está llegando a su fin. Sobre el reino está por desatarse una guerra civil, y cada quién ya ha decido a quién quiere como nuevo rey. La familia Jeon es de las más poderosas de la época, con u...