15 de Abril de 1389
Una semana había pasado, y no podía creer que se encontraba tan desesperado.
Por que esa palabra, desesperación, era lo único que podía definirlo en ese momento, mientras se enroscaba al cuerpo de su hermano, como si su vida dependiera de ello.
Jungkook lo mordía y lo besaba en el cuello y variaba de ser dulce a ser violento. El ondear de frío y calor de su boca sobre su piel, no hacía más que elevar su temperatura, tanto como impaciencia. Quería que el chico lo tomase, que lo apretase contra la precaria cama de la carpa e hiciese con él lo que le viniera en gana.
Pero su hermano parecía tener otros planes, mientras se dedicaba a solo chupar su piel y recorrer con sus dientes su cuello, marcando la parte baja del mismo y su pecho, para que no fueran visibles en la mañana con la ropa puesta. Su lengua jugaba con pequeños retazos de piel, que absorbía con fuerza para marcar de colores rojos que pronto, se volverían de un tono violáceo.
Para apurar un poco las cosas, movió su cadera contra la del castaño, buscando la fricción que tanto necesitaba, esperando que así, su hermano recibiera el mensaje y fuera más rápido. Pero el chico solamente se quedó allí, respondiendo a su movimiento, pero no avanzando más.
—Tenemos toda la noche, amor.
Le susurró en el oído, para luego morder el lóbulo de su oreja, arrastrando los dientes de tal forma que le dieron escalofríos por la espalda baja. Sus manos se dirigieron al inicio de su ropa interior y como siempre, se la quitó con suavidad, casi con reverencia, observando con detalle cada parte de su cuerpo. Jin se avergonzaba un poco cuando quedaba expuesto ante los ojos de su hermano por primera vez, pero había tanta adoración en ellos, que la vergüenza quedaba aplastada por un crudo anhelo.
Sus dedos recorrieron su pecho y con su ayuda, quitó la prenda lejos de su cuerpo, acariciando sus anchos hombros y brazos, para tomar su mano y entrelazar los dedos, en un puro gesto de cariño.
— ¿Sabes que te amo, verdad?
Jungkook sonrió, viendo el enrojecido rostro de su hermano, mirándolo fijamente.
—Lo sé, yo te amo más.
Y lo besó. Un beso tan lento y tan erótico que podría haberlo hecho correrse sólo con eso, su boca escarbaba cada pedazo de la suya, recorriendo sus dientes y su lengua con profundidad, deleitándose con las respiraciones ahogadas y con el dulzón aliento de Jin, que intentaba seguirle el beso, enredando sus propias manos en su cabello.
Colocó una de sus manos en el rostro de Jin y éste pudo sentir el áspero tacto de la piel de su hermano, que no hacía más que encender su líbido. Se sentía a punto de estallar, tan necesitado del toque, que se sorprendió un poco así mismo cuando intentó montar al castaño.
Jungkook se dejó maniobrar hacia abajo, ya que sin su voluntad, Jin jamás podría haber movido ni un ápice al hombre. Así que, en esa posición nueva, arrastró su cuerpo casi desnudo, por toda la superficie dura y caliente de su hermano.
Recorrió con dedos ágiles su pecho, sintiendo la dureza y la suavidad de la piel, los pezones oscuros erguidos y los músculos cincelando su cuerpo como una escultura, perfecta y hecha para ser admirada. Se recostó un poco, alcanzando con su lengua el pezón izquierdo, chupando y succionando, escuchando los gemidos ahogados del contrario, que se intensificaron cuando una de sus manos descendió hasta su pene, y acarició la punta.
Lo tomó entre sus dedos, la sensación tan conocida de la textura de la piel de su hermano, el peso y balance del mismo, se enredaba en su mano mientras la hacía ascender y descender en un vaivén suave, que contrastaba con las frenéticas lamidas que proporcionaba a su pezón.
YOU ARE READING
• The King •《Kookjin》[FINALIZADA]
FanfictionLuego de más de cuatrocientos años, la realeza de Koryeo está llegando a su fin. Sobre el reino está por desatarse una guerra civil, y cada quién ya ha decido a quién quiere como nuevo rey. La familia Jeon es de las más poderosas de la época, con u...