Lunes, una hermosa mañana para un gigante paso. Dos chicas desayunaban plácidamente aunque algo turbadas.–¿Estás segura de esto? Digo ¿qué harías después?
–No estés angustiada, Ana, la de la desiciones soy yo– dijo Myle con confianza pero no se negaba a ella misma que estaba asustada.
–Pase lo que pase, estaré apoyandote– tomó su mano y le regaló una hermosa sonrisa para darle ánimos.
Ambas, después de desayunar, se encaminaron al trabajo. A cada paso que daba Myle hacia el edificio del trabajo, le retumbaba el corazón. Sus manos no podían evitar sudarse, las rodillas le temblaban y en el ascensor era incluso peor, sentía como si el oxígeno escaseaba al igual que si dará vueltas su cabeza. A su amiga no le era agradable ver a Myle así, simplemente sabía que no estaba bien.
Al llegar al piso indicado, Ana palmeó su espalda volviéndole a dar ánimos mientras susurraba "tranquila". Pero Tukusama no podía estar tranquila, era imposible y más al no despegar contacto visual con la puerta de la oficina de su jefe. Tomó lo más que pudo de valor y se dirigió hacia ésta misma, al llegar quedó inmóvil, no había llamado a la puerta, miraba con duda e inquietud aquella placa con ella escrita "Walker". Lo único que ahora tenía que hacer era tocar.
Y así lo hizo.
–Pase– se escucho dentro.
Myle se adentró y lo miró incómoda. Él ya no era el mismo, no para ella.
–Buenos días señor Walker.
El mayor revisaba su computadora hasta que escuchó la dulce voz de Myle, fue suficiente para hacerlo salir de sus asuntos, dio una breve vista de pies a cabeza a la figura de Myle. Algo que la incomodó rotundamente.
–Señorita Tukusama, buenos días, toma asiento por favor– dijo con la misma confianza de antes haciéndolo ver como un hipócrita.
–No gracias, señor. Solo vine para algo breve– eso lo hizo confundir, notaba de diferente humor a la chica.
–¿Sucede algo malo?
–N-no... O bueno, yo...– no se podía esperar más de una chica nerviosa, no sabía como lidiar con eso.
Ni siquiera podía verlo a los ojos debidamente, no entendía porqué la intimidaba tanto aún cuando Myle sabía perfectamente defenserse. Suspiró y agarró una bocanada de aire para dejarlo salir de una buena vez.
–Renuncio– dijo con desicion y observándolo a los ahora sorprendidos pero confundidos ojos del hombre maduro.
–¿Habla usted en serio?– detectó su ánimo decepcionado –Si es por el aumento o algo más...
–No– interrumpió –No, no es eso, o bueno no solamente eso... Sabe, no necesito su caridad o muestra de amistad, esto no es lo mío– ahora no podía dejar de hablar –Yo no merecía tal trato y usted me premia como si...– desvía la mirada buscando la frase adecuada –... Como si quisiera... – le volvió la mirada, una mirada fría y sin expresión –Como si quisiera algo de mí.
Walker ahora se mostró serio, hubo un silencio bastante incómodo hasta que salió una risa.
¿Por qué él se reía?
–Oh, señorita ¿cree que los empleados de aquí son mejores que usted? La verdad es que aunque sea algo impuntual le aseguro que cuando está es la empleada más activa.
Myle no se tragaba eso.
–D-de igual manera me ofrecieron otro trabajo– dijo con tal de zafarse de los pretextos de Walker.
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ENAMORADA DE UN PATÁN (TMNT LEMON)
FanfictionMikey es un chico rudo, posesivo, un cabrón que ama a una sola mujer: Myle. Él teniendo 22 años era mayor y muy fuerte, no quería dejar sola a su chica y la quería solo para si él, era excesivamente celoso (nada parecido al Mikey original). Myle un...