Epílogo

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Dos años más tarde.
El sol entraba por las ventanas. Desde la cama, Elsa oyó gimotear y cambió de postura, todavía adormilada.
—Creo que alguien tiene hambre —dijo Jack entrando en la habitación con su hija en brazos.
—Si acaba de comer —rió Elsa sentándose mientras Jack le daba a Emily Frost, su hija de dos meses, y poniéndosela al pecho—. ¿Me he perdido algo importante?
—Más recepciones y felicitaciones —contestó él sonriendo.
El complejo de Sint Rimbert se había inaugurado dos días antes y Elsa había insistido en ir a la ceremonia inaugural. Dan White, que también había colaborado en el proyecto, su esposa Wendy y su hijo, Stephen, también estaban allí.
—A la prensa le ha encantado —comentó Elsa sonriendo—. «La colaboración más innovadora de los últimos años», leyó.
—Sí. Supongo que no podían creerse que yo colaborase con nadie.
—Siempre hay cosas que nos sorprenden.
—Sí.
Elsa no se cansaba nunca de compartir esos momentos.
Las seis últimas semanas habían sido agotadoras, pero llenas de alegrías. Anna había empezado a estudiar en otra universidad, Jack estaba encantado con su hija y el complejo turístico había sido un éxito.
Emily se apartó del pecho y eructó, satisfecha.
—Tiene muy buen apetito —comentó Elsa sonriendo.
—Yo también —dijo Jack —. Tenemos mucha suerte, ¿verdad? De tener todo esto.
Elsa asintió, tenía un nudo en la garganta.
—Jamás pensé que volvería a tener una familia.
—Yo tampoco. Ven aquí, tesoro, voy a cambiarte el pañal.
Elsa lo vio luchar con el pañal.
—No estarás fingiendo que no sabes cómo ponérselo, ¿verdad?
—¿Quién, yo? —preguntó divertido—. ¿Por qué no me enseñas?
—¿Tengo que enseñártelo todo?
—Sí, pero aprendo pronto —dijo Jack terminando de colocar el pañal.
—Sí —admitió Elsa dándole un beso—, eso es verdad.

Fin.




Espero q les alla gustado  :3

AMOR CRUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora