Capítulo 4: La abuela

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—¡Fiesta, fiesta, fiesta! —Decimos a coro Jungkook, Lara y yo mientras bajamos las escaleras.

Todos los invitados estaban en el patio trasero, el cual había quedado muy bello gracias a que recibí algo de ayuda de amigos y familia. Casi todos ya habían llegado así que salimos al patio y vimos que la gente ya estaba bailando en la pequeña pista que montamos.

Lara alzó sus brazos y gritó—: ¡Se prendió esta mierd—

—Eh, nada de malas palabras en esta casa, niña y menos en mi presencia —dijo mi abuela materna reprendiendola. Jungkook y yo nos reímos cuando Lara se disculpó.

—¡Salud, abuela! —Me acerqué para abrazarla.

—Nada de alcohol para ti, muchacha. Aún no tienes la edad así que cuidadito te sorprendo en el acto —Me señaló con su dedo, pero luego me sonrió.

—Tal vez y la sorprende, pero no en ese tipo de acto, si sabe a lo que me refiero, señora —dijo Lara carcajeandose y golpeando mi hombro.

—Esos pensamientos impuros, muchacha. No te haría mal acompañarme un domingo a la iglesia—La abuela sonrió y Lara paró de reír de repente.

—Creo que iré por allá. Adiós. No cambie, señora, cuídese.

—Esa muchacha, cuando aprenderá —Ella niega con su cabeza en desaprobación.

—Ay, ya la conoces abuela. Mira quién está conmigo también, es Jungkook —Lo tomé del brazo y lo puse a mi lado. La abuela se le quedó viendo como si lo examinara. Jungkook sonrió.

—¡Ah! —Suelta como si ya recordara—. Pero si es el chinito.

—Coreano, abuela, coreano.

—Pues eso, hija, pero tú entiendes —Ella sonrió y puso su mano en el brazo de él para darle un apretón cariñoso—. Si es el Yuncooc, ¿cómo has estado, muchacho? Te veo más alto, la última vez que nos vimos estabas así —Elevó su mano al lado de su cabeza.

Jungkook sonrió.

—Nos vimos hace poco en Navidad, pero si usted lo dice es cierto —Encogió sus hombros.

—Este si me cae bien, hija. Buen muchacho que te has conseguido —La abuela suelta un suspiro mientras se aleja de nosotros—. Él encanto juvenil. El amor, el amor... —Comienza a tararear.

Sonreí viéndola alejarse y sentí la mano de Jungkook tomar la mía. Volteé a verlo y él me estaba sonriendo.

—La abuela es... la abuela. Encantadora. Ahora vamos a bailar, Kook.

—¿Toda la noche?

—Toda la noche —Sonreí y lo llevé a la pista.
















Besos a JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora