Besos a Jungkook

Capítulo 7: La cita

—¿Cómo que Jungkook va a una cita esta tarde? —pregunté con la frente arrugada.

—Es lo que escuché —dijo Lara mientras las dos veíamos a Jungkook a lo lejos hablando con una chica pelirroja.

—Entonces no es nada confirmado, puede ser un rumor —Encogí los hombros restandole importancia tratando de mirar a otra parte.

—¿Sally?

—¿Qué?

—Tienes algo aquí —Se acercó a mi rostro para tratar de ver mejor, llevé mi mano a la cara.

—¿Qué cosa?

—Celos —Sonrió con diversión y yo solté un bufido.

—Para ya.

—Ya acepta que estas celosa, chica —Sonrió y yo abrí la boca para protestar, pero ella se adelantó—. Y no me lo niegues, ve y díselo.

—¿Decirle qué? Es mi mejor amigo, yo voy a citas, él también puede hacerlo.

—Sí, él quiere ir a citas, pero contigo. Date cuenta, amiga —Lara negó con su cabeza.

—Detesto cuando te pones así —Comencé a caminar para el salón de clases y ella pasó su brazo alrededor de mi hombro.

—Me amas, lo sé, además ¿dónde conseguirás a alguien como yo, cariño? —Me guiñó el ojo y ambas reímos.

—Para de enamorarme.

Entramos al salón luego del recreo, nos sentamos en nuestros asientos al fondo, todos entraban, pero Jungkook entró casi de último. Mi asiento estaba al lado de la ventana y el suyo adelante del mío. Se sentó y se giró para verme con una sonrisa.

—¿Iremos a andar en patineta esta tarde, cierto? —Le pregunté esperando a que dijera que sí, pero él negó apenado mientras jugaba con uno de mis lápices. A veces no se deba cuenta de lo tierno que se veía.

—No podré está tarde.

—Pero es lo que hacemos cada viernes.

—Lo sé, lo siento, Sally —Me miró con esos dulces ojos—. Prometo recompesarte.

—¿Cómo? —Crucé mis brazos tratando de lucir indiferente.

—Maní —Sonrió.

—Rayos, Jungkook, que sean dos bolsas —Le guiñé el ojo y asintió. La clase comenzó y él se giró, puse mi barbilla sobre mi mano para mirar hacia la ventana. No quería decirle que me molestaba que no fuera conmigo esta tarde.

¿Estaba celosa? Demonios.

Después que las clases acabaran y todos salieran casi corriendo de la escuela, tomé el brazo de mi mejor amiga.

—¿Qué pasa?

—Iré a ver esa cita y tú serás mi cómplice —Sonreí arrastrándola conmigo.

—¡Me secuestran, amigos! —gritó haciéndome reír.

—Deja el drama, loca.