Besos a Jungkook

Capítulo 6: Ser nosotros

Ese día todos en casa se habían levantado tarde por lo cansado que estaban. Él almuerzo-desayuno junto a Jungkook había sido raro, no quería verlo a los ojos o hablar mucho. Quería darme un golpe a mí misma por actuar de esa manera.

Él parecía confundido y podía notar sus constantes miradas.

—Sally, ¿estás bien? ¿Tienes dolor de cabeza como yo? —preguntó preocupado, sólo negué con la cabeza mirando mi plato.

Estaba segura que él no recordaba nada de lo que dijo, ya que en las pocas ocasiones que había ingerido alcohol no lograba acordarse de lo que hacía al día siguiente.

—Lo recuerdo —Soltó y volteé a verlo rápido. ¿Acaso podía leer mi mente? Luego recordaba que nos conocíamos muy bien—. Y no quiero que te sientas incómoda y actúes diferente conmigo... como lo estás haciendo ahora. No me gusta.

—Lo siento.

—Lo nuestro no tiene que cambiar sólo porque me gustes. Estaré bien, Sally —Despeinó mi cabello con su mano y sonreí—. Sigamos siendo nosotros.

—De acuerdo —Asentí—. Ahora, a lo importante, colega. ¿Quieres ser mi cómplice e ir a robar las galletas de la abuela? —Susurré y él rio.

—Estaremos en problemas después.

—Eso es lo emocionante. Vamos, Kook —Tomé su mano para empezar la misión.

(...)

—¡¿Qué le gustas al Yuncooc?! —preguntó Lara abriendo sus ojos, estábamos en su cuarto. Luego movió su mano restandole importancia—. Nah, ya lo sabía.

—¿Qué? Pudiste decirme —Me quejé.

—Sólo esperaba que te dieras cuenta. Eres mi mejor amiga pero a veces eres muy lenta, Sally.

—Yo... —Suspiré—. Soy una mala amiga.

—Claro que no, sólo un poco lenta, ya te dije —Me golpeó suavemente con su codo.

—Eso no me anima, Lara —Me dejé caer de espaldas en su cama y ella hizo lo mismo.

—Yo creo que en el fondo te gusta, sólo que no te has dado cuenta de eso tampoco.

—¿Qué? No, no. Mis ojos sólo ven a Jungkook con cariño. Ya sabes, amigo y amiga.

—Ay, Sally no me niegues eso, que yo he visto un par de coqueteos de tu parte. Y bien que enloquecen al Jungkook —Se echó a reír.

—Sólo estoy bromeando con él.

—O eso quieres pensar.

—Ay, ya no me confundas, Lara —Puse mi brazo sobre mis ojos.

—Mi consejo para ti, guapa es que no pienses, mejor siente.