Capitulo 12

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   La joven da pasos hacia atrás como si de un fantasma se tratara. El chico permanece inmóvil, justo en ese momento donde hacer o decir algo parece imposible, esta nervioso, intranquilo y no deja de mirarla esperando algo más que aquella mirada de desconcierto y terror que tenía quien seria la persona menos importante para Max si estuviera en su cuerpo, pero en aquellos momentos que Tiffany pudiera entender lo que le pasaba era imprescindible.

- ¿no tienes nada que decir? - le pregunta harto de que la joven no pronunciara palabra alguna.

- ¿que quieres que diga?

- corre, grita, llora, no se, me da igual, cualquier cosa mejor que te quedes ahí mirándome como si fuera un bicho raro.

- eres el peor enemigo de mi mejor amigo dentro de su cuerpo ...

- bueno - el joven se relaja - tampoco hay que exagerar - le dice con una media sonrisa intentando suavizar el momento.

- ¿como fue? ¿Que paso?

  Ella permanece seria, su forma de mirarlo había cambiado, ya reconocía los gestos de Max en todas las formas de Ryan, como andaba, como miraba hasta como hablaba.

- yo no tuve la culpa - dice el sentándose en el asiento en una esquina de la habitación, apoya sus codos en sus rodillas y se tapa la cara con las manos - no fue mi culpa y tienes que creérmelo.

- eso no es lo que dice Ernest...

   El joven se quita las manos del rostro, en su mirada había odio.

- Ernest - murmura - ¿que es lo que dice esa rata? - era obvio que no era su amigo, jamás hubiera dicho aquella frase.

- el asegura que fuiste tu, al menos eso es lo que le ha contado a todos los jóvenes del Insti, pero por alguna extraña razón cuando la policía lo interrogó dijo que no se acordaba de nada, que fue todo demasiado de prisa, un lamentable accidente.

- está encubriendo algo - asegura el.

- lo mismo pienso yo - la chica se empieza a relajar a medidas que habla del tema.

- iba algo bebido, es verdad, de eso soy culpable, si, Ryan pasaba con la bicicleta a nuestro lado y Ernest empezó a molestarlo, yo quería que lo dejara en paz, el ...

- ¿por que querías que lo dejara en paz? Siempre fuiste el primero en querer molestarlo.

- Ryan me estaba ayudando en un asunto, se estaba portando bien conmigo, no quería que le pasara esto...

- pero le paso - la joven ahora parece enfadada - y me da igual quien tuvo la culpa más que otro, todos sois responsables de lo que sucedió, y ahora tu... tú estás en un cuerpo que no es el tuyo y el ... - se queda pensativa - ¿donde está el?

- siéntate, necesito contarte algo.

  El chico le empieza a contar todo, desde el principio, desde esas noches de insomnio donde los dos se encontraban a través de su ventana hasta los viajes astrales que vivió y todo lo que observó bajo aquella forma ancestral. Tiffany parecía impactada, era como si le estuvieran contando una peligra de ciencia ficción que es imposible de creer, pero que es tan verdad como que Max Robinson había tomado el cuerpo de su amigo Ryan Taylor y de alguna manera había que resolver aquella situación.

- ... y entonces te despertaste aquí, dentro de su cuerpo, y ahora no sabemos si el está ahí - gira la cabeza y observa el cuerpo de Max - dentro del tuyo o quien sabe donde.

- exacto - el chico suelta un suspiro - buscaré la forma - la mira a los ojos - te juro que buscaré la forma, tiene que haberla.

   La tarde pasa entre conversaciones de los jóvenes hasta que llega la señora Robinson.

El chico de la calle de atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora