El chico de la calle de atrás

Capitulo 10

     

      No puede describir que era aquella sensación de verlo todo desde otro punto de vista, su padre, su madre, vivir en una casa ajena, amigos ajenos, familia. Atraviesa la puerta de su habitación prestada y encuentra a alguien de espalda, entra silencioso, esta sudoroso, no sabe quién es, frunce el seño, desconfía, nadie le dijo que tenía visita, de repente aquel joven alto se gira y lo mira con una bonita sonrisa dibujada en su preciosa cara, profundos ojos azules y pelo rubio, camina despacio con su gran cuerpo hasta llegar a el, lo tiene enfrente de si, a Max que ahora era Ryan quería sonarle de algo su rostro, en algún lado lo había visto, pero desde luego no tenía ni idea de quien era y porque estaba ahí, esperándolo solo en su habitación con una maleta al lado, ¿algún familiar?

- Hola - menciona el joven mientras acaricia la cara de Ryan con ojos de pena - siento tanto todo esto - parecía como si fuera a llorar - estuve aquí a penas ocurrió todo pero en cuanto los médicos dijeron que no había nada que hacer mas que esperar  - hace un breve silencio - tenía tantas cosas pendientes en New York, regrese y apenas despertaste tu madre me aviso, estoy aquí - lo toma de las manos y Ryan no da crédito con lo que esta pasando.

- perdón - se aparta un poco del chico que cada vez se acercaba más a el - ¿Quién eres?

   Y sin avisar, ni explicar al menos quien era y que hacía allí, el joven se lanza y le da un pequeño beso en los labios de Ryan.

- ¡¿pero qué cojones estas haciendo?! - eso se lo preguntó a gritos después de darle un empujón y tirarlo contra la pared de la esquina de la habitación.

- ¡hey! - exclama el joven un poco molesto  - ¿pero qué te pasa? - se reincorpora y lo mira extrañado - ¿pero por que haces esto?

- ¡¿que te pasa a ti?! Llegas, me besas - se pasa la mano por la boca limpiando los restos de un fugaz beso con sabor a nada - ¡joder que puto asco! - exclama poniendo cara de desagrado - pero se puede saber quién eres...

- Allen - responde su madre que había estado detrás de la puerta escuchado todo - te lo dije, esto podía pasar.

- ¿qué es lo que podía pasar? - pregunta Ryan confundido - alguien me quiere explicar que es lo que está pasando.

- llevamos más de tres años de relación - responde el joven como podía, estaba dolido - he estado el último año en New York, se que nos hemos visto poco, pero ahora todo será diferente - se vuelve acercar al joven que permanecía inmóvil sin decir palabra alguna escuchando todo aquello - desde que te pasó lo del accidente, todo ese tiempo en coma me recordó al tiempo que hemos perdido en este último año, así que termine todo lo que tenia que hacer y aquí estoy

- Espera, espera - demasiada información para una cabeza nueva que debía organizar, se gira hacia su madre - ¿y tú no dices nada?

- ¿qué quieres que diga? Si desde que despertaste pareces otra persona, yo se lo advertí, le dije que algo no anda bien conti ...

- ¡no, no, no! Pero, ¡¿que advertencias ni hostias?! ¿te parece bien que tenga novio? ¿qué salga con tíos?

- Ryan - dice ella acercándose al cuerpo de un hijo vacío, sin alma - se lo de tu homosexualidad de siempre, parece mentira que olvides como fui yo misma quien te lo dijo.

- esto es una locura - camina nervioso.

- Ryan - menciona el joven que también se empezaba a notar intranquilo - se que esto no es fácil para ti, pero estamos aquí para ayudarte, estamos aquí 

- ¡tu no estas para nada en mi vida! ¿me estas escuchando? - se acerca a el y lo mira a los ojos - yo no te necesito en mi vida.

- Ryan, te estas equivocando - le regaña su madre quien no se podía creer lo que estaba escuchando.