El rebelde y la bailarina: A continuación...

La chica mala

Martes

Eran las 9:00 de la mañana. Yo estaba comiendo una tostada mientras que Will miraba algo en su móvil. No hablamos de lo que pasó ayer, pues los dos nos liberamos, pero lo mejor era olvidarlo.

-Lo encontré.

-¿El qué?

-A mi contacto. ¿Recuerdas cuándo estábamos en la casa de tu padre en Navidad? Yo había hablado con un hombre, y me habíais descubierto. Bueno, pues ese hombre escapó, y no sabe que vosotros me cogisteis.

-Ni que ahora estás de nuestro bando.

-Exacto. 

-¿Sabes dónde está?

-No, pero si sé dónde nos podemos encontrar.

Me enseñó la pantalla el móvil. En ella había un par de mensajes que se habían enviado hace unos pocos minutos desde el móvil de Will, y ya acababa de contestar. Dijo que se encontrarían en por la noche en el bar del centro de la ciudad, uno que se llamaba La Serpiente.

-¿Por qué por la noche?

-Tardará bastante en llegar desde dónde se encuentra.-yo asentí-

-¿Conoces ese bar?

-Si.  No tiene muy buena fama.

-Ya me lo supuse al estar en la mala zona de la ciudad.

Me acabé la tostada.

-¿Qué te apetece hacer antes de quedar con él?-le pregunté-Podemos ir al estudio, o dar un paseo con Darcy...

-En realidad tengo que hacer algo.-elevé las cejas en señal de pregunta-Es secreto. Pero tranquila, cuando la acabe te lo contaré.-me guiñó un ojo y se levantó de su asiento-

-¿Me vas a dejar con la curiosidad?

-Claro que si.-respondió de espaldas a mi-

Apareció mi madre en la cocina cruzándoselo por el pasillo.

-Hola cielo. ¿Qué tal?

-Bien.-la observé de arriba a abajo, iba más guapa de lo normal-Ala. ¿A dónde vas?

-John me va a llevar a desayunar al pueblo de al lado. A ese que íbamos cuando eras pequeña.

-Ya me acuerdo. Es muy bonito y rústico. Pero está a unas horas de aquí, ¿no?

-SI, ¿no te lo dije?

-¿Que quedabas con él todo el día? No, no lo recuerdo.-ella se rió-

-Perdona, pero John me está ayudando mucho a lidiar con lo de tu padre. Además, sino paso tiempo con él, lo tendré que pasar contigo, así que te quedarías sin los paseos con Will, ir a bailar, salir de fiesta...

-Ya te entiendo. Te doy mi permiso para salir con él.

-Gracias.-me dio un beso en la mejilla-

Cuando se acercó a la puerta comprobé que se llevaba una maleta.

-Eheheheheheheheheheheh, eso no entraba en el trato.

-Es sólo una noche, relájate.

-¿Vas a dormir una noche con John?-la miré perversamente-

-Si, pero si te refieres al doble sentido, no, habitaciones separadas.

-Claaro.

-Pues si. Volveré mañana por la mañana.

Abrió la puerta y antes de que se fuera le grité.

-¡No hagas nada que yo no haría!-me miró furiosa pero riendo y se marchó-