Chico Guapo Chica Horrenda (Cancelada)

Capitulo 5

-Alex, nos vamos. -Gabriela la esperaba frente al coche, ya habían hecho sus maletas. Se mudarían más cerca del instituto.

Ella suspiró. Luis no había venido a despedirse. No se iba, pero él creía que sí, esta era la última vez que la vería, y no se había molestado en venir, ni en llamar... Ni en nada.

-¿Qué pasa? -su madre la miró, y ella esbozó una débil sonrisa.

-Que no ha venido. -susurró, y miró la casa por última vez antes de subir al coche.

Miró su regazo y sacó su móvil, dispuesta a escuchar música. Puso "All Of Me", de John Leyend. Amaba esa canción, bonita para un momento así a la vez que deprimente.

Apoyó su frente en la ventana y pensó: «Sólo falta que se eche a llover.» Suspiró y el cristal se enteló. Dibujó una carita triste y después la borró con la manga de su jersey. Le parecía increíble que Luis no hubiera venido a verla después de que le hubiera enviado un mensaje diciéndole que se iba hoy.

-Alex, anímate. Seguirás viéndolo. -dijo su madre, y ella desvió la vista hacia el espejo, desde donde la miraba.

-Pero él no, él no verá más a Alexandra, mamá. -explicó. -Le dije que me iba hoy a esta hora, y él no ha venido a despedirse.

-Estaba enfadado. -intentó defenderlo, o bueno, así lo vio ella.

Sonrió, sintiéndose estúpida. -Ya. -susurró. -Supongo que su orgullo siempre irá por delante. -y después de aquello subió la música al máximo, para no escuchar nada más que "All Of Me".

Cerró los ojos, y fueron alejándose de su antigua casa, donde habían pasado tantos momentos juntos, divertidos, desde pequeños... Y ahora todo aquello se reducía a cenizas.

***

Luis desbloqueó la pantalla de su móvil. No lo había mirado en todo el día, y es que terminar los deberes le había tomado mayor cantidad de tiempo que de costumbre, no podía concentrarse, y aquello supondría un problema.

Vio un mensaje, y al ver de quien era suspiró. Posiblemente era un mensaje de Alexandra pidiéndole perdón y eso... Un mensaje que seguramente ignoraría, haciéndose el fuerte y fingiendo estar enfadado y no querer ir a verla cuando en realidad se moría de ganas por hacerlo.

"Me voy hoy a las seis y media, por si todavía te intereso un poco."

Su corazón se paró al ver la hora a la derecha, en su móvil. Eran las seis y media.

Se levantó rápidamente de la silla de su escritorio y corrió escaleras abajo.

-Luis. -su madre lo llamó, pero él no respondió, simplemente cogió las llaves, salió de su casa, agarró la bicicleta y empezó a pedalear para intentar llegar a tiempo, pero ya era demasiado tarde.

Alexandra suspiró, bajando del coche y quitándose los auriculares. Esta era su nueva casa, la casa de Alexander Camaro Ribas. Alexandra Ribas, a partir de ahora, dejaría de existir, para siempre.

-Vamos, dejaré que elijas la habitación que quieras. -sonrió ella, y yo asentí con la cabeza esbozando una débil sonrisa.

Entraron, y un olor desconocido invadió sus fosas nasales, el olor a casa nueva. Ahora tendría que tener una habitación varonil, nada como mi habitación de antes. Bueno, de todos modos siempre quiso cambiar la decoración,y ahora por fin podía hacerlo.

-¿Podré decorarla como quiera? -pidió, un tanto ilusionada. Le hacía ilusión decorarla a su modo.

-Sí. -sonrió ella. -Y había pensado en que tal vez podría haber una habitación para Alexander... Y otra para Alexandra. -Alex frunció el ceño, sin comprender a qué se refería. -Tiene tres habitaciones. -dijo, provocando que Alex se ilusionara. Entonces sí que podría decorar la habitación como siempre quiso.