Capitulo 1

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Hoy era el primer día de Alexander Camaro Ribas en el instituto, un chico de pelo castaño, aparatos, vaqueros rotos ajustados, Vans, y una sudadera de OBEY. O debería decir, "chico".

Así es, Alexandra Ribas Standler era su nombre real, y por primera vez en el espejo se había visto diferente, bien. A decir verdad, era un joven muy apuesto, con o sin aparatos. Y esos ojos verdes ahora con lentillas podrían hipnotizar a cualquier chica. Y sin duda, a Alex, le encantaba lo que veía frente al espejo. Tal vez, podría llegar a ser el chico más guapo y popular de su instituto con esas pintas, y más si fuera musculoso, pero no era el caso.

Su madre estaba de acuerdo con esto, ya que sabía lo mal que su hija lo pasaba ahí dentro, y había hablado incluso con el director, quien sabía su secreto. Estaba todo planeado y nada podía salir mal, salvo que sucediera algo que no convenía que sucediera, algo que ella no esperaba.

Llegar a ser el chico más deseado de todo el instituto.

Ella, en este caso él, entró en clase, como un día corriente. Y acaparó la atención de muchas chicas al entrar por la puerta. Con la boca abierta, con sonrisas pícaras. Ella quiso echarse a reír en ese momento, pero no lo hizo, ya que no convenía tirar el plan por la borda.

—Hola, nunca te había visto por aquí. ¿Eres nuevo? —aquella chica rubia se llamaba Ariana, y era una de sus peores enemigas, y una de aquellas por la cual ahora se encontraba en esa situación.

—Hola, sí. —había estado durante horas perfeccionando su forma de hablar logrando muy buenos resultados.

—Si quieres te enseño un poco esto. ¿A qué clase vas? —su voz sonaba inocente, no como le hablaba a Alexandra Ribas, sin duda, si no a cómo le hablaba a cualquiera con el que intentaba ligar, como ahora, aunque no lo lograría.

—Por supuesto. —sonrió, y ella agitó sus pestañas, derritiéndose ante la belleza que el chico poseía, aunque no tenía ni idea de lo equivocada que estaba.

A lo lejos divisó a su amigo Luis, y le faltó poco para empezar a andar hacia él, aunque luego se dio cuenta de que hacerlo la delataría.

—Bueno, vamos. —sonrió ella agarrando su brazo. Alex se quedó viéndolo, esperando en las taquillas. Mierda, la esperaba a ella y lo sabía, pero no llegaría. Tragó saliva un tanto culpable y dejó que Ariana la guiara por el pasillo, explicándole cuál era cada una de las clases.

¿Por qué había accedido si quiera? Si sabía perfectamente dónde estaba cada una de ellas. ¿Lo había hecho aceptando una oportunidad de ser popular? ¿O para vengarse? Tal vez para ambas cosas.

¿Debería decirle a Luis a cerca de su cambio o debería dejarlo estar? De momento lo dejaría estar, porque no sabía lo que pensaba su amigo de esto.

Luis se encontraba en las taquillas mirando incómodamente la hora en su reloj de muñeca. Ella no llegaba. ¿Estará bien? Estaba preocupado, porque Alex podría estar llorando en algún rincón del instituto en este momento, mientras él estaba allí esperándola, y eso lo mantenía incómodo, preocupado y alerta.

—¿Habéis visto a Alex? —tuvo que preguntárselo a unos chicos que se metían con ella habitualmente, y éstos negaron con la cabeza, no sin antes dedicarle una mirada de superioridad.

Luis suspiró viendo como aquellos chicos se alejaban, y anduvo rendido por los pasillos, dispuesto a buscarla. Ella ya estaría con él si estuviera bien.

Anduvo mirando por todas las aulas abiertas, y en las que no lo estaban se asomó por el ojo de buey, sin ver nada.

Se mordió los labios y escuchó la voz de Ariana, hablando con alguien.

Chico Guapo Chica Horrenda (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora