Luna de Miel

2.3K 110 43
                                    

En multimedia: La primera vez que aparecieron Simon y Baz en un libro para darle un toque poético.
Esto me da un poco de nostalgia. Ya es el final de la historia y esta vez es verdad.
Me gusta mucho esta historia pero no quiero hacerla cansada agregando más cosas innecesarias.
Les agradezco mucho todo el apoyo y amor que le han dado a la historia.
Ya para terminar, creo que es importarte aclararles algo. Muchos estaban confundidos porque Micah era mago en el libro y aquí lo puse como si no lo fuera. La verdad es que esta historia la comencé a escribir tiempo después de leer el libro y no recordaba si tenía magia, sólo que era de America. Terminé haciéndolo normal porque creía que era divertido que tuvieran un amigo que no fuera mago.
Y un pequeño regalito: dado que les gusta tanto el smut (re cochin@s, ustedes), decidí agregarle una escena más para su disfrute.
Y debí advertirles que va a ser un capítulo bastante largo.
Ahora si, comencemos con la última parte de esta historia.

**********

(Simon)

—¡¿Cancún?! ¿En serio? —exclamé tapándome la boca con una mano y viendo los boletos con otra.

—Sé que ha sido tu sueño ir desde que Penny y tú encontraron ese viejo libro en la biblioteca —Baz me sonrió dulcemente y luego prosiguió a mirar a la nada—. Creo qué hay pixies pero al menos ya no hay hombres lobo.

Lo interrumpí con un beso rápido en los labios y abrazándolo del cuello.

—Es perfecto.

Él me miró con dulzura. Acarició mi mejilla antes de abrazarme con fuerza.

—¿Estás bien? —le dije devolviéndole el abrazo con una sonrisa.

—Excelente, sólo... nunca pensé que alguna vez iría de luna de miel contigo.

Reí y rompí el abrazo para tomar su cara entre mis manos y darle un beso en la mejilla.

—Yo nunca lo pensé tampoco pero es lo mejor que me ha pasado. Enamorarme de ti, darme cuenta de que estaba enamorado de ti, confesarte mis sentimientos, aceptar esa primera cita, aceptar ese anillo —le mostré mi mano izquierda dónde estaban ambos anillos; de compromiso y de matrimonio—, y decir "acepto" en ese altar. Nunca lo pensé, pero son las mejores cosas que me han pasado y lo inesperado es lo que te cambia la vida.

Baz negó con la cabeza riendo y unió nuestras frentes.

—¿De dónde sacaste esa frase?

—Es linda, ¿no? La vi en una película mexicana con Penny cuando su prima vino de visita de Monterrey.

—Me gustó. Tu frase y tu discurso cursi.

—Soy bueno para discursos cursis, ¿verdad? Creo que me debería de dedicar a eso.

Baz enarcó una ceja.

—¿A escribir discursos cursis?

—¡Claro! ¿Por qué no? Podría ser la diferencia entre el "sí" y el "no" en una propuesta de matrimonio.

—Claro, ¿pero por qué hacer que rechacen a tantas pobres personas? —preguntó Baz "dolido",

Lo fulminé con la mirada y tomé mi maleta para empezar a caminar hacia dónde creía que teníamos que registrarlas.

Jealousy (Snowbaz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora