MADRE SOLTERA [ ChaeLisa G!p ]

Cap OO8 "Susto."

Rosé había salido de su trabajo temprano así que pudo pasar a buscar a la escuela a su pequeño hijo Jimin.

Hace algunos minutos habían salido de comprar algunas cosas al supermercado, iban a volver a casa pero la chica estaciono su auto afuera del trabajo de Wendy ya que pasaría a dejarle el almuerzo ya que la chica saldría de trabajar a la noche y esa mañana se había olvidado su comida en la mesa.

-Jimin... Quedate en el auto por favor, iré a dejarle el almuerzo a Wendy, no te muevas de aquí por favor.- Rosé acarició el cabello del niño mientras veía como este jugaba con un pequeño oso de peluche que habían comprado en el supermercado.

Jimin no respondió por estar tan concentrado jugando con el pequeño peluche. La madre solo sonrió y agarro el almuerzo de su pareja para salir del auto, la chica se llevó las llaves de este pero no cerro las puertas.

Entro al edificio en donde trabajaba su pareja, subió por el ascensor hasta el piso N5 en una de las oficinas del lugar tocó la puerta, a los segundos su pareja abrió la puerta.

-¡Amor! Qué sorpresa.- Sonrió Wendy y beso los labios de Rosé.

-Olvidaste tu almuerzo, distraída.- Le sonrió y se lo entrego.

-Quedate unos momentos, hazme compañía tengo un pequeño receso de por veinte minutos.- Le hizo pasar a su oficina y cerró la puerta para más privacidad.

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El pequeño Jimin se había aburrido de jugar con su osito, ya no quería estar encerrado en el auto era algo que odiaba, cuando su mamá se iba y lo dejaba solito.

Tenía puesto aún el cinturón de seguridad, hizo varios movimientos para quitárselo hasta que lo logro.

-Mami... Quiero irme...- El pequeño iba a llorar, para el estar encerrado y solo era una pesadilla, comenzó a tocar las diferentes partes de la puerta hasta que pudo abrirla ya que está no tenía seguro, tomo su pequeño osito y salió del auto en busca de su mamá.

Por otro lado, Rosé y Wendy charlaban en la oficina de cómo les había ido hasta ahora.

-Quieren cambiarme de horario y la verdad es que esto no me gusta...- Suspiro cansada.

-¿Por que?- Pregunto Rosé.

-Quieren que ahora trabaje el doble de tiempo y me van a subir solo un poco el mísero pago, no es justo.- Suspiro.- No tengo opción, son mis jefes debe adaptarme a esto o si no pierdo todo esto.

-Tranquila.- Le comenzó a hacer un masaje.- Si te complica el tiempo para venir a verme, vendré yo aquí como ahora y estaremos juntas.- La abrazó para tranquilizarla.

Wendy sonrió y camino hacia la gran ventana de su oficina, miro para la calle y vio estacionado el auto de Rosé, pero este tenía la puerta abierta.

-Rosé, tu auto tiene la puerta abierta.- Le aviso, inmediatamente la sangre de la chica contraria se helo por que ahí estaba su hijo.

-¡JIMIN!- Grito y salió corriendo de la oficina mientras Wendy se iba con ella.

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