Presagio |Frerard•Gerbert| (FanFic)

Capítulo 12 "Pastillas para dormir y sueños de media noche."

Voy entrando a un departamento. No estoy siendo consciente de mis movimientos, ni siquiera siento que sea mi cuerpo porque me sentía un poco más... ¿Enano?

Siento los dedos adormecerse por el peso de la bolsa que traigo en la mano. Saco el teléfono de mi bolsillo, intento ver la hora en este, pero parece que mi vista se hace exageradamente borrosa al intentar enfocar los números. Dejo las compras en la mesa y empiezo a buscar algo, sin saber exactamente qué.

- ¡Viejo! ¡Ya traje la comida! - Grité. ¿A quién le hablaba?

- ¡Estoy en el cuarto! - Respondió una voz ronca. Sin más, me dirigí a este. La puerta estaba entre abierta, así que antes de abrirla por completo asomé mi vista por el pequeño espacio que esta dejaba a la vista. Podía oír varias voces entablar una conversación.

- ¿Qué tal te fue? - Dijo una voz ronca.

- Bien, arreglé todo para el día del juicio. Si todo sale como lo planeado serás completamente inocente. - Dijo una voz femenina.

- ¿Enserio?

- Sí, los policías no confían en él, creen que solo es otro junkie. Pero como no tiene antecedentes con drogas la jueza no lo cree tanto.

- ¿Ah no? - Exclamó la voz ronca.

- ¡No!

-¿Y cómo te fue hablando con él?

- El tipo es un desastre. De verdad lo destruiste.

- Jajajaja, sí.

- ¡Hey! ¿Vienes a comer? - Pregunté abriendo la puerta.

- Si... solo dame unos minutos, adelántate si quieres. - Respondió dando media vuelta sobre la silla giratoria en la que estaba. Y fue en ese preciso momento que pude comprender toda la situación.

El sujeto de la voz ronca era Bert. Probablemente yo estaba en el cuerpo de Jepha y la chica era la abogada que me había ido a ver al hospital, la tal Nicole Jones. Estaba en el cuerpo de Jepha, en su mente, podía ver y sentir todas sus acciones, pero no podía controlarlo a él.

- Cómo sea. - Respondió Jepha indiferente.

- Bueno... ¿En que estábamos? - Dijo Bert con cara maliciosa hacía Nicole. Jepha se fue directo al comedor y empezó a sacar la comida de la bolsa.

- ¡No! ¡Espera! - Dije para mí mismo. Quería saber qué más le iba a decir Bert a Nicole.

Y como si fuera un fantasma, sentí como mi conciencia salía de la mente de Jepha y volaba a toda prisa hacia la habitación, pasó sobre la cabeza de Bert y se metió a la de Nicole, yo no controlé ninguno de esos movimientos.

- Eres hermosa, ¿Sabes? - Dijo Bert mientras metía su mano a la camisa de Nicol, o más bien ¿Mi camisa?

- ¡Oh sí! - Gimió ella ante el movimiento de la mano de Bert en su pecho. ¿Qué clase de prostituta era esta?

Bert comenzó a desabotonar su camisa. Ella hacía unos extraños movimientos de cadera mientras su lengua jugueteaba con la de Bert. De un hábil movimiento ella logró abrir el cierre de los bermudas de Bert y bajarlas lo suficiente como para tener espacio para las penetraciones.

- No otra vez. - Dije para mí mismo suplicando.

Bert la sostuvo de las piernas y la levantó lo suficiente como para poder sentarse en el escritorio. Y fue ahí, entre besos fogosos y sensaciones extrañas que él la empezó a penetrar. Cabe repetir que yo, al igual que cuando estuve en la mente de Jepha, podía sentir todo lo que ella sentía.