Capítulo 8

53 4 0
                                    

—Lobita…—Escucho que alguien me llama a lo lejos seguido de un golpecito en mi mejilla— Violett…, hermosa. Levántate, necesito tu ayuda. —Sacudo la cabeza y un adormilado “no” sale de mis labios. Se escucha un suspiro de frustración— Ni modo…

A continuación. Unos fuertes brazos me alzan cargándo me tipo princesa y con pereza abro mis ojos.

<< ¿Qué sucede? >>

Escaneo la oscura habitación y me doy de cuenta que no estoy en la comodidad de mi hogar.  << ¿Dónde...? ¡Ah, ya! La fiesta>> Miro a Jess tirada en la cama durmiendo como diva mientras un hilo de saliva sale de entre sus labios. <<Ay, pero que cosa tan sexi>> Nótese el sarcasmo.

Esta vestida solamente con mi gabardina blanca y mis neuronas comienzan a despertar con lentitud. <<Es una borracha sin causa>>.

En cuanto la termine de duchar,me di de cuenta que no tenía nada con que cubrirla y si más que elegir, le puse la nueva gabardina que recientemente adquirí. Luego de eso me salí por la ventana y con mi yesquero color plata le prendí fuego a su ropa de marca…<<Si, he dicho que la queme >> Pero eso muere aquí.

Yo no pensaba llevarme esa ropa repleta de vómito y sé que Jess jamás la lavaría. Pero aun así,  solo pienso decir que se extravió cuando la deje en el lavado. Recorro los musculosos brazos que soportan mi peso y cuando llego a la cara del tipo me bajo de un brinco.

<< ¡Maldición! >> Ahogo un gemido de dolor y miro como Erick imita la misma palabra.

Como si de verdad le hubiera dolido al muy cabrón.

—Aush…, eso me dolió hasta a mí. —Se ríe antes de ayudarme a ponerme de pie— ¿Estás bien? Pensé que las lobitas siempre caían de pie —Se burla abiertamente de mi— A no, espera. Esos son los gatos. —Ríe nuevamente  por lo bajo y pongo mi ojos en blanco.

<< ¿Cómo llegó el hasta aquí?>>
Gruño algo arisca.

— ¿Pero qué mierda haces tú aquí? —Inquiero en un susurro suspicaz. No quería despertar a Jess, aunque la verdad dudo que si quiera este respirando.

Mi amiga por lo general entra en un estado de coma  alcohólico de al menos veinticinco horas. Se la pasa tirada en su habitación roncando como león y babeando como una laguna con fuga, sin si quiera moverse de su lugar. Juro que en más de una ocasión he pensado  que está muerta y como buena amiga que soy siempre la trato de reanimar con un arma de descargas eléctricas que tenemos en casa.

<<Lo sé…soy malvada> Salgo de mi soñoliento pensamiento para seguir fulminando al pelinegro con la mirada.

Erick me sonríe pícaro y mi ceño se contrae confundido.

<< ¿Qué mosco le pica? >>

—Vine a follarte duro justo al lado de tu linda amiga…—Dice con sarcasmo, ruedo los ojos con fastidio y le saco el dedo corazón— Es broma…—Alza las manos esquivando mi golpe — Necesito que me ayudes, lobita. ¡Estamos en problemas! Joel ha descubierto mi verdadera identidad y por razones que desconozco cree que tú eres mi novia. ¡Viene por ti! quiere usar te de carnada para poder atraparme y de verdad necesito que dejes que él te atrape para yo poder atraparlo a él de una vez por todas. — Termina por decir tomando una gran inhalación <<Debe ser otra broma… ¿no?>>

Lo observo aún adormilada negando con la cabeza. Es increíble la capacidad que tiene este chico para hacerme enojar.

Salgo de la habitación hecha una furia y tomo lo primero con lo que me topo (una lámpara). Me giro y comienzo a moverla con efusividad de un lado a otro tratando de golpear su cabeza de gusano para poderme ir feliz de aquí.

Alejandría (Naci para ser una guerrera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora