Capítulo 1

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Contengo el aliento antes de mezclarme en la penumbra de la noche.

El viento grotesco azota contra mi rostro causándome escalofríos, mientras mi cuerpo estira y contrae cada musculó al avanzar, mi respiración pesada me quema los pulmones con cada inhalación tomada y mi paciencia... se va disolviendo con cada pisada dada. Para cualquier persona con algo de coherencia podría ser muy absurdo correr a través de la noche por las oscuras y frías calles de Londres que claramente supone un gran peligro para alguien con sentido común, más para una hermosa e inofensiva chica de diecinueve años cuya vida está comenzando.

¿Pero saben algo? Esta chica, es todo menos un ser inofensivo.

Y con esta chica, me refiero claramente a mí. Púes desde una edad muy temprana tuve que aprender a defenderme, y no, no les estoy insinuando que fuese la típica joven que ha tocado con la desdicha de no contar con un hogar. Al contrario, cuento con todo en cuanto necesito para tener una vida bien establecida. Simplemente, solo he sido una de las tantas víctimas de lo que hoy en día conocemos como el bullying y de la manera más atípica posible: Por el tono de mi iris. Si, han leído bien. Pues acontece que hace quince años atrás, una eventualidad infrecuente llamó la atención del mundo; para ser más exactos..., la del mundo científico.

Una niña con solo cuatro años de vida, fue expuesta a la luz pública por lo que uno de los periodista llamo: "La maravilla de la evolución humana" La noticia fue primicia en todas partes y en cada artículo se veía plasmada una fotografía de una niña con ojos llenos de inocencia y el iris de un extraordinario color purpura. Los artículos informaban al público que esta niña de cuatro años de edad, del nombre: Darían Alejandra Smith Jones, fue descubierta en uno de los hospitales más reconocidos de todo Londres, y por supuesto, no tardaron en someterla a distintas e incluso dolorosas pruebas para recopilar la mayor información posible sobre su caso. A pesar de lo maravilloso e increíble que esto les resultaba a los científicos. A los niños de su misma edad les causaba un gran temor.

Terror que los lleva a someterla a distintas torturas día tras día solo para sentirse protegidos, eran torturas en las que participaban todos sus compañeros, ya sea de manera directa o indirecta; los que no le hacían daño físico se quedaban observando como la humillaban cada día, y eso era mucho peor. Pasaron los años y esa niña se convirtió en una joven muy distinta a lo que alguna vez fue. Ya no permitía que nadie la pisoteara y era ella quien ahora sometía a aquellos que se a atrevían causarle daño a las personas indefensas.

¿Cómo es que se eso?

Pues me les presento, mi nombre es Darían Alejandra Smith Jones. Pero prefiero que solo me llamen Darían, y sí, soy esa niña de la historia que les acabo de relatar.

Ahora ya con las presentaciones realizadas, si me disculpan, volveré a la caza.

Corro sobre el pavimento a gran velocidad buscando mi objetivo, llevaba casi dos años soñando con el momento en el que por fin lo tendría en mis manos, que no puedo creer que ese mal nacido se me haya escapado así como así cuando estaba a punto de darle punto y final a su historia de vida.

¡Maldita sea el minuto en que baje la guardia!

Busco en un callejón sumido en la oscuridad que solo la luna logra iluminar, resaltando botes de basura y paredes con grafitis grabados en ellas.

<<Sé que estas cerca infeliz. >>

Puedo percibir tu asquerosa loción masculina y tu repugnante ego hinchado de orgullo al creer que te me has escapado. Grave error. Siendo la más sobresaliente en mi categoría como asesina, de ninguna manera, motivo o razón... sales vivo esta noche.

Alejandría (Naci para ser una guerrera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora