Capítulo 10

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Cierro mis ojos e inhalo profundamente contando hasta diez.

Intento nuevamente en centrar toda mi atención y repetir lo sucedido la última vez  en el centro comercial.
Suspiro obstinada al no obtener resultados. Miro a “S” con cansancio.

—Cuántas pruebas más necesitas para que entiendas de una buena vez que no es algo que controle a mi voluntad, “S”? — digo ya harta de seguir acostada en esta camilla tan incómoda.

Después de salir del lugar del bombardeo, “S” nos llevó a la agencia para enseñarme su nuevo invento.

Pues como en mi mente aun circulaba la duda de la premonición que tuve con mi mejor amiga, decidí que lo más sensato era informárselo a la única persona en la que confió.

—Una vez más, sé que puedes lograrlo. — dice con seguridad mirándome directamente a los ojos a través de sus ya acostumbrados lentes. Observo el techo con ganas de estallar su cráneo contra el mismo.

Respiro profundo para alegar el pensamiento sangriento.

—Una última vez y si no que se jodan lo que sea que haya sucedido.

“S” se acerca a mí y me siento preparada para recibir el líquido caliente que se filtra por mis venas, siento como quema.

No hago ningún gesto. Mi trabajo no es lloriquear ante cualquier dolor.

—Esta sustancia obligará a tus
sentidos de defensa a despertar. — Me explica “S”— Esta droga aumentará tu frecuencia cardiaca y agudizará tus sentidos. Puede que experimentes alucinaciones bastante realistas, lo más seguro es que sean algunos recuerdos alterados por lo que ahora mismo fluye por tus venas, pues obligaremos a tu cerebro a traer esos recuerdos con la completa intención de hacerte recordar lo que es el miedo. Necesitamos probar cada una de las opciones de lo que puedo haber ayudado a despertar ese don en ti.

Concluye mi jefe y me quedo en silencio hundiéndome en mis pensamientos.

Ciertamente desde hace mucho no recordaba cómo se sentía el miedo, hasta ese breve instante en el que pensé que mi mejor amiga moriría.
Tiene sentido que eso pueda ser un detonante. Pues si es cierta la teoría de “S”. Sin emociones <<en este caso el miedo>> no hay don.

Y siendo ese el caso ¿Cómo coño logro eso sin la bendita droga?

Poco a poco siento mi cuerpo más pesado, mi corazón se acelera y un grito agudo sale de entre mis labios.

El pánico se apodera de mí como no lo había sentido antes al ver lo que nunca en mi vida pensé que vería.

Una pequeña versión mía se encuentra muy eufórica destripando a sus padres.  Observo con horror como su rostro se salpica de sangre y una sonrisa psicópata se sale de sus labios. Mi madre gira a mi dirección y miro como uno de sus hermosos ojos azules ya no está, tan solo sangre saliendo de donde se supone debería estar su ojo.

—¡Para! —Exclamo ya molesta—  Es tu madre y aún está viva, detente. — demando sabiendo muy bien que esto no es real.

<< O eso crees tú>> dice un susurro en mi mente.

Mi pequeña versión se ríe a carcajadas y con un cuchillo abre el pecho de mi padre.

La miro atenta y ella solo me mira sonriente.

—¿Qué tan fuerte crees que eres? — su imagen se distorsiona y de repente esta encima de mí.

Unos impresionantes ojos violetas me observan con burla antes de susurrar a mi oído.

— ¿Te crees capaz de soportar tu verdad? —dice con burla y la observo confundida.

No me da tiempo de pensar cuando unas manos salen del piso tomándome de la cintura y me arrastran a través del piso. Siento como el frio se apodera de mi cuerpo y me encuentro desnuda en medio de la nada. Tan solo frio y oscuridad es mi compañía.

Alejandría (Naci para ser una guerrera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora