Hoy me levanté con más ánimos que el lunes, mas no totalmente eufórico.
Fuí a darme una ducha y enseguida me preparé el desayuno, hice mi habitación y el resto de la casa. Lo tengo que hacer yo, mi madre trabaja toda la mañana y es lo menos que puedo hacer en su ausencia. Mi padre trabaja en la mañana igualmente, pero a diferencia de mi madre, él vuelve más tarde.
Sólo investigué un par de cosas de tarea, los maestros no acostumbran dejar mucha tarea en la semana de inducción, así que tuve la mañana libre. Jugué videojuegos un buen rato, cuando me dió una sensación de nostalgia que me hizo pensar: "Es raro estar en casa por las mañanas y estudiar por las tardes, toda mi vida he sido de turno matutino... ¿Y si voy a la salida de los de secundaria? Me gustaría recordar viejos tiempos". Levanté mis cosas, tomé mis llaves y salí con cierta emoción.
Al llegar a mi vieja escuela, me sentí aún más raro, no me dió tristeza dejarla al salir, sinceramente; pero no quitaba que tuviese sentimientos encontrados. Chicos de otros grados que ya son del siguiente, chicos del grado anterior que ahora ocuparían mi lugar, y los de nuevo ingreso que sentían lo que yo. Todos tan emocionados y yo sólo veía y veía, recordando todo lo que viví ahí dentro.
Cuando por fin decidí retirarme de ahí, la ví salir... ¡A ella! Jazmín, la chica que me gusta; ella iba en 1° cuando yo iba en 3° y ahora va en 2°. La conocí gracias a Miranda, su hermana, que era muy buena amiga mía. Jazmín es muy bonita, unos ojos cafés claros, en una mirada tierna y sincera, su sonrisa tan hermosa y perfecta, su cabello castaño y claro, su piel tan preciosa ¡Eso, Ella es perfecta!
Fuí rápidamente hasta donde ella y la tomé del hombro
-¿Le ayudo con su mochila, señorita?- Dije en tono vacilante
Jazmín: ¡Jaja. Hola Daniel! ¿Qué haces aquí?
-Quise recordar los buenos tiempos, ya que a la escuela entro en una hora y media. Y tú estás aquí, así que, si me permites ¿Te puedo llevar a tu casa?
Jazmín: ¡Oww, claro! vamos-
Así que ahí ibamos ella y yo, caminando por la calle, haciendo bobadas para lograr hacernos reír mútuamente. Me gusta mucho estar con ella; de verdad disfruto mucho su compañía.
Al llegar a su casa, le dí su mochila.
Jazmín: Ahora bajo, iré a subir mi mochila.
-Bien, aquí te espero.
No puedo creer lo hermosa que es, me da pena quizá decir que estoy profundamente enamorado de ella.
Bajó entonces y me pidió que fuésemos a dar una vuelta; tiene la rara y hermosa costumbre de caminar alrededor de la manzana, platicarme su día y yo el mío... Pero el tiempo cuando estoy con ella, es mi peor enemigo. Y así fué; dió la hora en que me tenía que ir de nuevo a esa escuela. Regresamos a su casa y enseguida la despedí.
-Nos vemos Jaz, te quiero.
Jazmín: Sí, igual, gracias por acompañarme
-No, gracias a ti por compartir tu tiempo conmigo.
Nos despedimos lentamente, caminé a mi casa y aprovechando que mi madre aún no llegaba del trabajo, tomé mi mochila, salí de mi casa y fuí a esa gran tortura.
A pesar de haber salido tarde de casa, llegué temprano a la escuela, así que aproveché y pasé a la cafetería a comprar algo que beber durante clases. Al estar en la caja, me topé con Oscar, un compañero que había estado en esa escuela desde hace un año, así que tiene 17. Yo le digo "Hipster" Tiene lentes de armazón gigante, se viste siempre con playeras de diseños raros y camisas de cuadros, pantalones de color y botas. A pesaar de eso, es buena onda, me cae muy bien.
Oscar: ¡Qué onda amigo!
-¡Hola Oscar!
Oscar: ¿Ya viste? Voltea disimuladamente.
-¿Qué, quié...
Oscar: ¡Disimuladamente..!
-¡Lo siento!
Al haber volteado medio segundo, ví a Diana, una chica de mi clase, sólo puedo decir que tiene rasgos asiáticos, aunque ella asegura ser 100% americana, en fin, ella me estaba mirando, y sí... Ella sí lo hacía "Disimuladamente"
-¿Qué? ¿ella qué?
Oscar: Creo que le gustas...
-¿Cómo crees?- Dije en tono molesto -Llevamos muy poco tiempo de conocernos.
Oscar: Pues, te mira demasiado...
-Mira, deja de decir tonterías y volvamos al salón que ya son las 3:00
Subimos y entramos a nuestro salón, donde no había nadie y nos quedamos ahí 10 minutos, para esperar a que llegue alguien. Nos extrañaba que habían pasado 15 minutos desde la primera hora y no llegaba ni el profesor. En ese momento, recordé algo.
-Oscar...
Oscar: ¿Sí?
-¡¡Tenemos clase en el aula de cómputo!!
Oscar: ¿¡Qué!? ¡Con razón, corre!
Mientras corríamos hacia el salón de cómputo, lo regañaba al no darnos cuenta que incluso Diana y su amiga Abigail se dirigían a allá.
Al llegar a la clase, vimos a Alan, nuestro amigo, sentado junto a José y Julio, sus amigos. A lado de él, vimos que nos había apartado nuestros asientos. Sólo pedimos disculpa al maestro y tomamos la clase.
En el cambio de hora, pasamos por algo de comer, ya que la cafetería estaba en el tramo del aula de cómputo a nuestro salón normal.
Noté que Diana estaba al fondo del pasillo, mirándome de nuevo, así que decidí acercarme a ella.
-¡Diana, Abi! ¿Cómo les va?
Abigail: Bien. Nos dió hambre y vinimos por una empanada.
-¡Que bueno! ¿y tú... Diana?
Diana: Yo sólo la acompaño, realmente no compraré nada. Jeje
-¡También yo!- Reí nerviosamente -Sólo acompaño a Oscar y Alan
-Bueno Daniel, nos vemos.
Se despidió muy secamente, se notaba incómoda... ¿Será que sí le gusto? ¿O sólo es paranoia por las tontas suposiciones de Oscar? Da igual, ésta noche pasaré a visitar a Jaz, de ella sí que estoy seguro estar enamorado.
Terminó el día y todo el camino de salida de la escuela iba planeando ir a verla, como siempre, haciendo como que escucho las aventuras falsas de Joel.
Al llegar a su casa, toqué el timbre dos veces, como de costumbre para hacer saber que soy yo. Salió, no Jazmín, si no Paula, una amiga que se la pasaba en casa de Jaz y que siempre se contaban todo.
Paula: ¿Qué pasó, Gio?
-¿Está Jaz?
Paula: Ya se durmió... Llegaste demasiado tarde.
-¡Uff! pues ya vendré mañana. Bien ¡Cuídate!
Paula: Igual. Yo le digo que viniste.
Caminé algo decepcionado a mi casa, no pudiendo esperar a que llegue mañana para verla otra vez.
Si hay algo que no entiendo, es la necesidad de verla a diario. Me gusta, pero me da miedo.
Mañana será otro día...
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INVIERNO DE SILENCIO
Teen Fiction¿Tu vida va mal? ¿Tu vida va bien? Jamás estés seguro que lo bueno o malo que pase en tu vida, es para siempre. Nunca juegues al todo o nada.