Corrí en dirección a mi casa con mucho miedo y preocupación, pero cuando casi cruzo la primer esquina, Miranda me alcanzó y me tomó del brazo.
Miranda: Daniel ¿Qué pasó?
- Nada, Miri... Tengo que irme
Miranda: Por favor, no sólo huyas como la última vez. Puedes decirme, no estás solo
- Es que no sé qué ocurre. Pero, si quieres, podemos averiguarlo juntos.
De hecho, estaría increíble que me acompañes, tengo mucho miedoComenzamos a caminar rápido los dos juntos mientras le explicaba la situación a Miranda.
- Mi madre me prohibió salir de casa y estar con ustedes... O cualquier otra persona.
Miranda: ¿Y qué te dijo ahorita?
- Que me están buscando unos señores en mi casa
Miranda: ¿Por qué..? ¿O para qué?
- No lo sé, Miranda... Es lo que estamos a punto de averiguar.
Miranda: ¿Crees que sea algo malo?
- No tengo idea, pero tengo mucho miedo porque nunca me han buscado así... Espero que no sea algo malo... Ya no aguanto tantas cosas que me están pasando.
Llegamos a mi casa, pero no había nadie en la puerta. Abrí y me fijé en el interior, pero no había nadie en la sala, así que salí de nuevo con Miranda.
Miranda: ¿Y bien..?
- No hay nadie
Miranda: Que extraño... Igual nos tardamos quizá se fueron
- ¿Quiénes serán y qué querrán de mí..? Tengo miedo, Miranda, no sé qué debo hacer ahora.
Miranda: ¿Y si esperamos aquí afuera por si vuelven?
- Sí... Creo que es buena idea.
Así que, esperamos. Pasaron los minutos, ya se empezaba a ocultar el sol; yo estaba bastante nervioso, asustado, desesperado e intrigado.
Estaba dando vueltas caminando y cada cinco segundos me asomaba a la calle a ver si venían señores sospechosos o que pudieran ser quienes se refería mi madre.- Miranda, ya me desesperé, tal vez no vengan más. Tengo mucho miedo
Miranda: Tranquilo, todo va a estar bien
Entonces, doblaron la esquina un señor de traje, una señora vestida semiformalmente y otra señora robusta vestida con shorts y polera.
Miranda y yo intercambiamos miradas de preocupación y rápidamente llamé la atención del señor.
- ¿¡Hola..!? Eh... Buenas tardes
Todos voltearon a verme al momento.
- Escuché que me buscaban, soy Daniel y...
Al saber que se trataba de mí, me ignoraron y continuaron su camino a mi casa. Tocaron muy enojados y supe que tenía que saber que pasaba.
Miranda me tocó el hombro y se quitó su pulsera.
Me la puso a mí.
ESTÁS LEYENDO
INVIERNO DE SILENCIO
Teen Fiction¿Tu vida va mal? ¿Tu vida va bien? Jamás estés seguro que lo bueno o malo que pase en tu vida, es para siempre. Nunca juegues al todo o nada.