Me siento vacío, pensativo, ansioso, avergonzado. Al menos hoy sí tuve un sueño bastante reparador.
Me levanté a desayunar. Me siento más fodongo que de costumbre, pero con un baño con agua fría se me quita. Me disponía a sentarme y hacer tarea, pero... No sé que tengo de tarea, no sé que tengo que hacer de muchas clases.
Salí de casa con intenciones de llegar nuevamente temprano a la escuela y estando en la parada de autobuses, me encontré a Paula con un chico bastante alto. Me acerqué a saludar
- Hey, Pau
Paula: ¡Hola, Dani! ¿No fuiste por Jaz?
- Amm... Digamos que no está muy contenta conmigo
Paula: ¿Qué ocurrió?
- Larga historia...
Paula: Entiendo... ¡A propósito! Dylan, él es Daniel. Daniel, él es Dylan; mi novio
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- ¿¡Tienes novio..!? ¿¡¡Tú..!!?
Paula: ¡Aunque usted no lo crea..!
Dylan: Hola, hermanito. Mucho gusto
- Hola, eres muy grande
Dylan: Lo sé, siempre me lo dicen Paula: ¿Vas a la escuela, Dani?
- Sí, es temprano pero, por obvias razones, no tengo literalmente nada que hacer.
Paula: Ya veo...
A lo lejos, desde la parte baja del barrio, venían subiendo calle arriba dos chicas que se me hacían bastante familiares y a quienes no reconocí hasta que se acercaron lo suficiente. Eran Ana y Aranza. Llegaron hasta donde mí y yo sólo las miraba
Ana: ¿Qué onda? ¿Hoy por qué no fuiste a la secundaria?
- No me dieron ganas
Aranza: Jazy está enojada con él
- Aranza...
Aranza: ¡Oh, lo siento!
Ana: ¿Y ahora qué le hiciste, estúpido?
- Nada, solo digamos que tuvimos una pequeña e insignificante discusión. Es solo que ella lo exageró un poco, es todo.
Ana: Haré como que te creo ¿va?
Paula: Bueno, chicuelos. Nos tenemos que ir
Dylan: ¿De verdad? Según yo, no tenemos pris...
Paula: ¡Dylan..! Hoy es jueves...
Dijo Paula con un tono suave y con ojos de borrego a medio morir. Entonces, creo que Dylan captó algo e hizo cara de emoción.
