Está amaneciendo, es fin de semana, puedo dormir hasta tarde. No hay ruido, sólo se escuchan las aves afuera de la ventana volando al compás de la brisa matutina sabatina; todo tan tranquilo y tan en paz.
Cuando, de pronto, un fuerte ruido me despertó de golpe; música... Pero no cualquier tipo de música... ¡Eran las mañanitas!
Hoy es 23 de septiembre. Hoy es mi cumpleaños, mi cumpleaños número 16, ahora sí que me siento como todo un adolescente.
Me levanté de la cama, me puse una playera, abrí la puerta de mi habitación y ahí estaban mis padres esperándome llegar para darme un abrazo y desearme un feliz cumpleaños
- ¿Y ahora, qué pasa?
Lucía: ¡Es tu cumpleaños!
Alonso: Feliz cumpleaños hijo
Lucía: ¡Ya no eres un niño, eh!
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Alonso: ¿A dónde quieres ir hoy? ¿Qué se te antoja?
- No sé, bueno. La verdad ya tenía planes para hoy, de hecho
Alonso: ¿No nos vas a dejar festejar tu cumpleaños contigo?
- ¡Claro que sí! Solo que en la tarde, es que le prometí a mis amigas que "El equipo" se reuniría de nuevo
Alonso: ¿"El equipo"?
Lucía: Mishell, Frida y Alfredo; tú no los conoces
Alonso: Oh, ya veo. Entonces ¿A qué hora regresas?
- No tengo idea ni siquiera de lo que vayamos a hacer
Alonso: Bueno, nos avisas cuando vengas, para llevarte a comer
- ¿Una hamburguesa al carbón..?
Lucía: ¡Ay ya supéralo, Daniel! Ya pasó - Nunca lo voy a superar, ma
Alonso: ¿Qué pasó?
Lucía: El año pasado, en su cumpleaños, lo llevé por una hamburguesa al carbón en un puesto a 7 calles de aquí.
Alonso: ¿Y por eso te quejas, Daniel?
- Ya me voy, regreso al rato
Lucía: ¡No tardes!
Entonces me puse mi camisa más bonita, tomé mis cosas y salí de casa.
Caminando por la calle, siempre volteo a ver la enorme ventana de Jazmín cuando paso al lado de su casa.
Hoy no puedo visitarla, aunque quisiera. Los fines de semana, su madre está en su casa y se dedica 100% a estar con ella y Miranda... Ni hablar.
Entonces, llegué al punto de reunión, que, casualmente, es la secundaria. Ahí estaba Alfredo esperando. Él es el menor de "El equipo" Aún tiene 14 años, es un chico de muy buen ver, simpático y alegre, no es más alto que yo, pero siento a veces que me está alcanzando. ¡Que vergüenza que, siendo el mayor de El equipo, sea más enano que el menor!
