Solo quiero que todo vuelva a ser como antes. ¿Qué debo hacer para enmendar lo que pasó? A veces me siento culpable y a la vez, creo que Jazmín exageró.
No sé por que a veces hago cosas por impulso que creo que hago bien y al final, todo lo sale mal, yo...
Lucía: ¡Daniel..!
Me desperté. Mi madre me había estado hablando y moviendo insistentemente para que abriera los ojos
Lucía: ¿Qué te pasa?
La miré muy confundido, no sé de que me está hablando. Acabo de despertar y me siento muy perdido, aún no razono bien.
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- ¿Qué me pasa de qué..?
Lucía: Estás hable y hable dormido
- . . . ¿En serio?
Lucía: Sí, que "ya basta" y que "No quiero" y que "Jaz, Jaz" ¿Eso qué?
- Yo . . . No lo sé, quizá estaba teniendo pesadillas.
Lucía: Bueno, ya ve a desayunar para que te metas a bañar.
A pesar de todo, hoy estoy más tranquilo, en el aspecto de que ya no me dan tantas vueltas en la cabeza las cosas que me pasan, no como antes. Aún así, me siento vacío.
Quizá ya deba ir a la escuela, no es correcto que pase mucho tiempo sin ir. Aunque todavía falta bastante para que termine el semestre... Creo
Entonces fuí. Mientras iba en el autobús, mi mirada estaba perdida, pero no pensaba en nada, no sentía ni el tiempo pasar, hasta que llegué a la segunda base de autobuses. Donde tomé el que me lleva directo a mi escuela.
Entré y crucé el pasillo principal, subí las escaleras hasta mi salón de clases, el 112. Llegué a tiempo, supongo que tiene algo positivo que Jaz esté molesta conmigo, después de todo. Me senté en mi pupitre y esperé a que llegara el profesor, hoy nos toca a la primer hora el maestro Miyagi. Que raro nombre...
Después de unos minutos, llegó y empezó a dar su clase, es tan extraño verlo después de mucho, ver su dedo con un palito y ver sus expresiones tan rígidas, da miedo... Impone.
Terminó su clase, revisó las tareas, para variar, no la hice. No sé qué dejó, así que me hice el loco, me da vergüenza saber que no la hice por no venir.
Terminó su clase y todos empezaron a salir para comprar comida y vagar por ahí. Yo también caminé hacia afuera
- ¡Nos vemos, maestro Miyagi!
Solo escuché un libro golpeando el escritorio, me asustó, así que di un ligero brinco, volteé a ver al maestro y él me miraba fijamente con enojo.
Prof M: Ven aquí...
Movió el dedo índice indicándome que me acercara, sin quitarme la mirada de encima, con miedo me acerqué a su escritorio y mientras se levantaba, dijo
