Capítulo 5

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Los reyes de los tres reinos que estaban bajo un trato especial, llegaron a sentarse a la mesa. El mayor de todos el rey Choi, que tenía un semblante serio. Estaban reunidos en una sala dentro del reino de los Jeon especial para ese tipo de juntas. Los tres se observaban entre sí, tanto Choi como Jeon no entendía la urgencia del llamado del rey Wen. 

—¿A qué se debe este llamado tan repentino?

—Es sobre Jeon, al parecer mi hijo le ordenó a un ladrón a traerlo a reino. –Jeon se burló del comentario de Wen.– ¿Qué es lo que da gracia? ¿Eh? Seungcheol. 

—Seungcheol, estamos hablando de tu hijo. 

—Ya sé que están hablando de mi hijo, hermano, pero eso no es lo que me da gracia, sino el hecho de que el príncipe Jun haya ordenado que un ladrón entre a ese castillo encantado, ustedes saben que solo mi gente puede ingresar.

—Y ahí es el problema, no hablamos de un simple ladrón, burló a mis guardias reales, y robó la pulsera de mi amada, aquella que esta bajo protección bajo las veinticuatro horas del día sin descanso alguno, ningún soldado captó el rostro de él cuando lo atraparon. 

—¿Y por qué demonios lo atraparon si parece ser un prodigio robando cosas? –Seungcheol se cruzó de brazos con el ceño fruncido sin entender nada.

—Se juntó con un bandido de mi reino, aquel chico es el más inútil del todo el reino y por confiar en él, mis hombres lo atraparon, ahora temo que pueda traer a tu hijo a mi reino. 

—Es imposible. 

—Solo hay que esperar, el tiempo que Jun le prometió sería una semana con dos días. Si para ese tiempo no ha regresado con Wonwoo, se declara oficialmente muerto en búsqueda. 

—Espero que ese chico, no se meta en mis planes.

Seungcheol se levantó dando terminada la conversación para salir de ahí, caminando hacía lo que parecía el salón real de su reino. 

—¿Tienes una hermana menor? –Seungkwan preguntó muy animado mientras jugaba con Vernon, los chicos hacía unas horas que habían caminado pasando el bosque, y los menores encontraron una excelente química entre ellos, mientras que los mayores, solo se tiraban a muerte y no decían nada.– ¿Cómo es? ¿Es linda? ¿Amable? ¿Cuantos años tiene? 

—Es muy linda, ella me ayudaba a distraer a las personas con sus ternura para poder robarles comida para ambos, tiene diez años y está en perfecto crecimiento.

—Wow, quisiera conocerla. –mencionó Seungkwan con una chispa en sus ojos, estaba emocionado por lo que decía.

—¿Y tú? ¿Tienes hermanos? 

—Mm... no que recuerde, mi único hermano ha sido Wonwoo desde que nos encerraron ahí, no he vuelto ver a mis padres desde entonces, no sé si quiera si ellos han tenido más hijos que yo o esperan a que alguien nos rescate. 

Wonwoo dejó de caminar cuando escuchó a Seungkwan decir aquello, su pecho comenzó a doler y sentir tristeza, Seungkwan era menor que él por seis años, y teniendo en cuenta que estuvieron encerrados desde que Wonwoo había cumplido los doce, Seungkwan era un niño pequeño encerrado en ese lugar, y no recordaba porqué ofrecieron al niño el quedarse a su lado. Mingyu lo miró dejando de caminar y poniéndose en frente de él. La cara de Wonwoo denotaba tristeza, Mingyu observó el día, estaba apunto de anochecer, y viendo los ánimos del príncipe, tendrían que quedarse acampar. 

—¿Qué les parece acampar aquí? Había visto un pequeño corral, ya que estamos cerca de la aldea, podemos pedir el lugar. ¿Les parece? 

—Tengo hambre. –declaró Vernon como si fuera un niño, y Seungkwan le siguió la jugada.

El Príncipe Encantado - SEVENTEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora