El Príncipe Encantado - SEVENTEEN

Capítulo 19

Seungkwan había salido del Reino a oposición de sus padres, tomó un caballo de la realeza para salir al bosque y seguir el único camino que sabía dónde se encontraría Mingyu y Hansol. Por su parte, Seungkwan se encontraba molesto con Wonwoo, parecía como si el verdadero él hubiera desaparecido de la noche a la mañana. Él nunca se dejaba influenciar por otra cosas y siempre confiaba a quien de verdad se necesitaba. Estaba agradecido que Mingyu le haya salvado la vida dos veces, y él lo buscaría para que lo salve de lo que fuera, una vez más. Seungkwan sabía perfectamente que algo andaba mal en el Reino, después de que sus padres le comentaran todo lo que ha hecho el Rey cuando Wonwoo no estuvo, además que se les prohibió decir algo al Príncipe cuando regresara. Aunque muchos perdieron la fe cuando ya se iba a cumplir el décimo año sin él.

Seungkwan había estado recorriendo el sendero por horas, recordaba perfectamente cual era el camino de regreso a la cabaña. Tomaba descansos breves para después continuar, y así lo hizo por una hora más, hasta que se topo con un rostro familiar. Detuvo al caballo bruscamente, y bajó de él acercándose al chico.

—¿Tú eres Seungkwan? –preguntó el chico en frente de él.

—Jonghyun...

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La puerta de la casa fue abierta, Dino entro entusiasmado dejando que sus invitados pasarán a sentarse. Les ofreció agua y comida. Corrió a la habitación del segundo piso para traer a su padre con ellos. Mingyu era curioso, veía cada rincón de la casa, era bonita, no parecía ser alguien pobre. Tenía buenos colores y se sentía como un verdadero hogar.

—Mi padre bajará en unos minutos. –interrunpio Dino a Mingyu, en su plan de ver todo.– Le he dicho que tengo una sorpresa.

—¿Por qué una sorpresa? –Dino se sentó en una de las sillas del comedor acercándose a los chicos como si fuera un niño y no dejaba de mirar a Mingyu.

—Mi padre es algo especial, y me ha hablado de ti. –los ojos de Dino seguían brillando.

Ahora Mingyu se siente incómodo, jamás pensó en que alguien como él se interesará mucho en su vida, como si de un fanático se tratase. Vernon miraba un poco disgustado la escena, y Sofía simplemente comía galletas. Dino realmente estaba emocionado por tener a Kim Mingyu en su casa.

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La familia real Kwon había aparecido en el reino Jeon. El Rey, la Reina, y el Príncipe Kwon llegaron en un carruaje escoltado por soldados. Pasaron por el pueblo que rodeaba el castillo, con muchos gritos de felicidad, la gente estaba asombrada de que el Reino vecino aceptará el compromiso para unificar a ambos reinos, hacer eso posible era difícil, ya que todos los Reinos se enfocaban en si mismos, pero el Rey Choi lo hizo posible.

En el salón del trono, Seungcheol se encontraba con Wonwoo a un lado, y a Seokmin en el otro. Jihoon se encontraba cerca de una de las puertas del salón. Aunque él también formaba parte de la realeza ahora, permanecía abajo por el bien de Wonwoo. Cuando los reyes Kwon aparecieron junto con su hijo, dieron un acto de reverencia y un regalo al reino. Seungcheol lo acepto gustoso. Soonyoung volteó a ver a Seokmin, para después darse cuenta de que la mirada penetrante de Wonwoo estaba ahí.

—Wonwoo. –murmuró.

Wonwoo negó algo decepcionado, bajo la mirada, y le susurró algo a su padre, y salió de la habitación, topandose nuevamente con Jihoon, a quien sólo le dedico una mirada.

—Es un gusto verlos de nuevo, Rey Kwon, Reina Kwon. –dijo Seungcheol.– Los preparativos de la boda se están empleando desde que Seokmin llegó, claro algunas cosas las he dejado para que las seleccionen ustedes. –comentó Seungcheol con respeto a los Reyes visitantes.