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—¡Rayos, estas aplastando a la gran y poderosa Trixie! —con un susurro la joven mencionó.

—Cállate Trixie, pueden descubrirnos —la pelirroja se posicionó de manera que pudiera observar por la pequeña abertura de la puerta.

—¿Qué tanto ves? —la albina se acercó intentando imitar a la pelirroja.

—Creo que fue un error venir aquí, si nos descubren tendremos problemas —Trixie simplemente miro de reojo a la guitarrista.

—Trixie te menciono que esto era una pésima idea, pero miramos. Encerradas en el cuarto de limpieza ¿Ahora qué? —la pelirroja no respondió —¿Tocino, ahora qué?

—Estoy pensando, cállate. Las clases deben estar por terminar, los pasillos se irán vaciando poco a poco y ahí, huiremos de aquí.

Al escuchar el grandioso plan la ilusionista volvió a sentarse en el frió suelo mientras miraba con curiosidad a la joven frente a ella. Nunca se hubiera imaginado que terminaría en una situación similar, menos con la pelirroja como compañía.

—¿La viste? —la pelirroja negó con lentitud, mientras tomaba asiento en el suelo —Eso es bueno ¿No?

—Siendo sincera no había pensado en ella.

—¿Ah, no? —la ilusionista miró por un momento su teléfono —estos son sus terrenos ¿No te da nervios encontrarla? —la guitarrista negó.

—No vengo por ella, tenemos asuntos más importantes. Si puedo evitarla será mucho mejor para mi, digo para ambas.

—¿Y si por azar del destino llegamos a encontrarnos con ella? —la pelirroja bajó la mirada.

—Haré lo que se me da mejor, improvisar —la ilusionista sonrió de lado.

—Nunca cambias, Trixie admira eso de ti, tocino mal cocinado —la guitarrista rio.

—Creo que al final este viaje no fue tan buena idea. No conseguimos información, aunque era de esperarse el mensaje que recibimos no eran fiable —la albina asintió.

—Eres la única idiota que confiara en un mensaje con remitente desconocido —la pelirroja rasco su cabeza con cierta vergüenza.

—No puedo discutir contigo sobre eso, Trixie. Lo más importante es salir de aquí lo más pronto posible —la ilusionista sonrió aún más.

—Entonces comencemos a movernos, no les demos el gusto a esas bobas —la pelirroja rio. Pocas eran las veces que ambas chicas compartían meta sin tener que competir.

(...)

—¿Qué tan seguro es eso, Indigo? —la chica se encogió de hombros.

—Lo escuche por ahí, no es una fuente confiable, pero es lo único que tenemos —la albina chasqueo ante eso.

—Si el dúo opuesto de Canterlot está aquí, podríamos tener problemas con nuestros preparativos. Debemos separarnos, cualquier actividad extraña avisen a las demás ¿Bien? —el grupo asintió sin rechistar, obedeciendo casi al instante a la albina.

La joven acomodo nuevamente sus anteojos mientras suspiraba, debía mantener la mente fría. Cualquier paso en falso que apareciera por parte de ellas les daría la ventaja a sus rivales, y no se perdonaría al cometer un error tan vago.

—Sugar ¿Sucede algo? —la mencionada no respondió, simplemente negó con la cabeza —no puedes mentirme, estas tensa.

—No debes preocuparte, podemos resolverlo —la chica suspiro, mientras negaba.

¿Enamorarme? Nunca Más | Equestria GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora